Esta Cumbre Internacional de Inversiones ha sido marcada en la agenda del nuevo gobierno desde el día en que asumió el cargo como una oportunidad clave para establecer su reclamo de ser una nueva administración de centro-izquierda.
Pro trabajador, como lo dan por sentado sus financiadores sindicales y votantes principales; pro servicios públicos, como espera la mayoría del electorado que le dio su respaldo; pero también descaradamente pro negocio.
Es un trío de ambiciones que no siempre encajan felizmente juntas y generalmente se presentan como en competencia.
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Eric Schmidt, el ex director ejecutivo de Google, lo expresó claramente en la sesión inaugural en el escenario con Sir Keir Starmer.
“Me sorprendió cuando el Partido Laborista dijo que estaba fuertemente a favor del crecimiento”, dijo.
El Partido Laborista dice que son serios acerca de cambiar una percepción que saben que comparten varios de los inversores extranjeros presentes.
El Secretario de Negocios, Jonathan Reynolds, admitió que los planes de reformas de oferta son “inusuales” al ser propuestos desde su parte del espectro político.
Una avalancha de anuncios, incluida la resurrección de una Estrategia Industrial, un Fondo Nacional de Riqueza y una nueva estrategia para el Banco de Negocios Británico, pretendía subrayar que es serio.
También la afirmación de £60 mil millones de compromisos de inversión programados para coincidir con el evento (aunque los Conservadores afirman que parte de eso ya había sido prometido durante su mandato).
En ese montón de buenas intenciones, los £1 mil millones prometidos, retirados y finalmente comprometidos por el propietario de P&O Ferries, DP World, parecen menos consecuentes de lo que parecían durante un frenético periodo de 72 horas que amenazaba con interrumpir este evento.
Pero resonó porque captura los compromisos inherentes en los planes del Laborismo.
Hace menos de una semana, el gobierno anunció reformas de derechos laborales que las empresas creen que aumentarán el costo de hacer negocios, sin importar lo suavemente que se introduzcan.
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En la oposición, no hubo mejor ejemplo de por qué eran necesarios que el uso de P&O del despido y recontratación en marzo de 2022 para despedir sumariamente a 800 trabajadores.
Cuando Louise Haigh hizo el mismo punto como secretaria de transporte, sin embargo, proporcionó una lección sobre las realidades del gobierno.
Ya sea que creas que el episodio refleja peor en el gobierno o en DP World, demuestra los compromisos necesarios para alinear los intereses de los ciudadanos y las corporaciones.
Con el acuerdo de DP World finalmente brindado por su presidente y el Primer Ministro durante un desayuno de trabajo con otros líderes empresariales, Sir Keir y un equipo ministerial con la mitad del Gabinete considerarán la cumbre como un buen día de trabajo.
Los directores ejecutivos, incluido David Ricks de la gigante farmacéutica Eli Lilly y Larry Fink, jefe de la gigante de gestión de inversiones BlackRock, elogiaron los planes, pero su elogio tiene una advertencia incorporada.
Si se realizan reformas, al acceso a la atención médica y la planificación, por mencionar solo dos, abrirán la puerta a la inversión.
Pero si fallan, el dinero se evaporará.
“Seamos claros. El capitalismo, cuando huele una oportunidad, el dinero correrá hacia ella”, dijo el Sr. Fink. “Pero de igual manera, cuando huele un problema, huye”.
