Un modelo a escala real del Coliseo, inundado y lleno de barcos largos. Un rinoceronte de dos toneladas y ocho ruedas a tamaño real que puede girar, gruñir, mover la cabeza y alcanzar 40 mph. Y tanta carne picada, batata y entrenamiento personal como Paul Mescal pueda soportar. Tales fueron algunos de los enormes costos involucrados en la producción de Gladiator II, que llega a los cines el próximo mes, 24 años después del exitoso original de Ridley Scott.
Este gasto llamativo podría hacer sudar a los ejecutivos de estudio, pero Hollywood apuesta a que la película sea un éxito comercial, especialmente dadas las calamitosas cifras de taquilla de otra secuela reciente, Joker: Folie à Deux, la continuación de Todd Phillips de su éxito de $1 mil millones en 2019, que ahora se ha acelerado para su transmisión y se proyecta que perderá $200 millones.
El exceso llamativo de Gladiator II todavía suma, según Steven Gaydos, editor ejecutivo de Variety. “Se puede ver el dinero en la pantalla”, dice. Lo contrario fue cierto para Joker 2: “Si lo hubieran filmado por $80 millones, habría sido tremendamente rentable. En cambio, gastaron $200 millones en dos personas cantando en una habitación”.
Esto, cree Gaydos, fue la locura de su director y de sus estrellas Joaquin Phoenix y Lady Gaga, dejándose llevar por hacer la película que querían, en lugar de la que el público quería. Por otro lado, Gladiator II ha sido probada y presupuestada con astucia desde su inicio.
Den… Hello! How can I assist you today?