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¡’¡Bienvenidos a Rutshire!’ anuncia Lizzie (Katherine Parkinson), una de sus habitantes más tranquilas y la única con suficiente tiempo entre el champán y las palmadas en los traseros para facilitar el paso de una nueva familia al estrafalario y excitante ambiente de los Cotswolds con convencionales cortesías. ¡Y qué bienvenida ha sido!
La adaptación de Disney+ de la infame novela erótica de los años 80 de Jilly Cooper comienza tan gloriosamente como pretende continuar. En los primeros 15 minutos tenemos al ne plus ultra de los bribones y pícaros (también ministro de gabinete y exsuper saltador de obstáculos) Rupert Campbell-Black (Alex Hassell) acostándose con una periodista (‘la primera casi-dama de Fleet Street’) en los baños de Concorde mientras rompe la barrera del sonido y se descorchan las botellas. También tenemos al estrella periodista Declan O’Hara (Aidan Turner) sacando a la luz una historia sobre el subprimer ministro (Rufus Jones) teniendo una amante, además de que David Tennant como Lord Tony Baddingham -la pista está en el nombre- lo ficha y una implacable productora estadounidense, Cameron Cook (Nafessa Williams), para impulsar su franquicia televisiva en el Reino Unido, Corinium. ¡Sin olvidar el croquet, los helicópteros aterrizando en el jardín, la cacería de zorros y ni una línea de diálogo que no termine en un signo de exclamación!
El máximo bribón … Rupert Campbell-Black (Alex Hassell) en Rivals. Fotografía: Robert Viglasky/Disney
En resumen, todo está como debería ser. El superventas de 1988 de Cooper no ha sido “disneyficado”. El servicio de streaming ha mantenido el sexo, el exceso, la fabulosa atrocidad de la gente y al menos tanto del talento siempre subestimado de Cooper para la observación, el análisis de las costumbres sociales y su inteligencia emocional como cualquier otra adaptación logra alguna vez, y mucho más que algunas. Sobre todo, mantiene la alegría bulliciosa de la historia. Incluso la escena de tenis desnudo funciona. Y si puedes hacer eso, puedes hacer cualquier cosa.
Al igual que en el libro, todas las piezas están rápidamente en juego y en su lugar. Los O’Hara -Declan, su ardiente ex actriz esposa Maud (Victoria Smurfit) y sus dos atractivas hijas (ligeramente problemático ahora, pero no entonces, que es donde Disney nos exige estar firmemente) de 20 años Taggie (Bella Maclean) y la más joven Caitlin (Catriona Chandler)- se trasladan a una mansión en Rutshire al lado del refugio -y pista de tenis- de iniquidades de Campbell-Black. Pronto todos están más o menos bajo su influencia. Maud está menos impresionada con los otros miembros de su nuevo círculo. ‘¡Hablando de quién tiene la entrada más larga y con esposas que no han tenido un orgasmo desde el campamento de club de ponis!’ En realidad, eso podría ser una línea de dos signos de exclamación.
Declan y Cameron se están peleando -ella quiere índices de audiencia y titulares, él quiere integridad y un escritorio en el set. Estoy seguro de que lo mantendrán profesional. Lord Baddingham está consumido por la envidia de clase y la rabia por el revestimiento de teflón de privilegio y encanto de Campbell-Black, pero está ocupado negociando y tratando de proteger sus propios intereses mientras espera una oportunidad para derrocar a su némesis. En particular, está tratando de cortejar al magnate de la electrónica Freddie Jones (Danny Dyer, perfectamente elegido pero con una peluca terrible. ¿Por qué nunca hay presupuesto para pelucas decentes?), que se ha encariñado con la gentil autora de novelas eróticas Lizzie, quien está infelizmente casada con el horrible James (Oliver Chris), el ex joya de la corona de Corinium cuya nariz ha sido desplazada por la llegada del chico dorado Declan, especialmente después de que su primera entrevista sea un éxito sensacional.
Estoy seguro de que lo mantendrán profesional, ¿verdad? … Cameron Cook (Nafessa Williams) en Rivals. Fotografía: Robert Viglasky/Disney
De la misma manera que nunca me gustaba pensar en todo el trabajo minucioso que se había realizado para dibujar los dibujos animados que solía ver los domingos por la mañana, no me gusta pensar en cuánto esfuerzo debe haberse dedicado a juzgar cuánto de las actitudes de los 80 se podían conservar sin ofender las sensibilidades modernas y desecharlas sin arruinar la esencia de la historia. Pero todo ha dado resultado. Los libros de Cooper tratan sobre complacer alegremente tus apetitos y saber que el escapismo literario (o televisivo) no es un pecado sino una parte muy necesaria de ser humano. Disney ha tomado en serio la tarea de dar vida a su visión de Rutshire con la misma seriedad y con la misma ligereza que necesitaban. ¡Champán para todos, digo yo!
Rivals está disponible en Disney+ ahora.
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