Consejos para mejorar tus prácticas de diseño instruccional.

Cómo refinar tus prácticas de diseño instruccional para obtener mejores resultados de aprendizaje

Ningún Diseñador Instruccional está absolutamente seguro de haber dominado su oficio y creado la experiencia de aprendizaje definitiva. Esto se debe a que el aprendizaje y la forma en que lo diseñamos están en constante evolución. Por eso es importante refinar tus prácticas de diseño instruccional de vez en cuando. Se trata de asegurarse de que tus diseños no solo sigan el ritmo, sino que mejoren cada vez.

¿Por qué es importante la mejora continua? Es porque los aprendices, la tecnología e incluso la ciencia cognitiva, que nos dice cómo aprendemos, pueden cambiar. Lo que funcionaba en el pasado reciente podría estar obsoleto ahora. Los aprendices de hoy son más expertos en tecnología y tienen expectativas más altas. Quieren contenido que sea atractivo, fácilmente comprensible y personalizado. Entonces, si estás aferrado a métodos antiguos, es hora de un cambio para mantener tus lecciones frescas y relevantes. Sin embargo, la mejora continua no se trata de olvidar todo lo que sabes y empezar de nuevo. Se trata de refinar y mejorar tus prácticas actuales. Echa un vistazo a continuación a los consejos internos que te ayudarán a acercarte a mejorar tus diseños de lecciones.

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1. Revisar los objetivos de aprendizaje

Si tus objetivos de aprendizaje son genéricos, tus aprendices se sentirán perdidos antes de comenzar. Los objetivos de aprendizaje son la guía de tus aprendices, diciéndoles lo que deberían ser capaces de hacer al final de la lección. Así que comienza revisando si son medibles. Luego, verifica si los aprendices pueden saber fácilmente si los han logrado. Por último, haz que sean más claros y utiliza términos sencillos al redactarlos para que no haya lugar para malentendidos.

2. Reducir la carga cognitiva

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Hablemos de carga cognitiva, que es básicamente cuánto esfuerzo mental debe poner un aprendiz en procesar la información que entregas. No quieres agotarlos lanzándoles demasiado contenido y nuevos conocimientos. Reducir la carga cognitiva es la única opción. Primero, divide el contenido en piezas manejables. De esta manera, tus aprendices se centrarán en una cosa a la vez, incluso si es compleja. A continuación, simplifica el material de aprendizaje y ve directo al grano. Por último, no olvides usar ejemplos al enseñar para que encuentren el contenido más relatable y memorable.

3. Agregar técnicas de aprendizaje activo

El contenido pasivo no puede mantener a los aprendices comprometidos, así que si quieres que recuerden lo que estás enseñando, necesitas hacer que participen activamente. Los aprendices que participan a través de discusiones, resolución de problemas o actividades prácticas se ven obligados a comprometerse. Además, esto ayuda con la retención porque requiere procesar la información en tiempo real. Para refinar tus prácticas de diseño instruccional con un aprendizaje activo, intenta agregar actividades grupales como trabajar juntos en un proyecto o discusión. También puedes darles escenarios del mundo real para resolver o fomentar la enseñanza entre pares donde se expliquen conceptos mutuamente.

4. Retroalimentación para mejorar los resultados del aprendiz

La retroalimentación que brindas a tus aprendices debe ser oportuna y específica. Nadie quiere comentarios poco claros como “¡Buen trabajo!” En su lugar, diles exactamente qué hicieron bien y en qué necesitan trabajar. Ideas claras y accionables marcan la diferencia. Para diseñar mecanismos de retroalimentación efectivos, incorpóralos en el proceso de aprendizaje a través de evaluaciones, cuestionarios y discusiones. Estos te permiten verificar regularmente y guiar a los aprendices en la dirección correcta. Sin embargo, no olvides animar a los aprendices a reflexionar sobre tu retroalimentación y hacer preguntas para mantenerlos comprometidos y motivados.

5. Aprovechar el multimedia

Uno de los métodos más utilizados para refinar tus prácticas de diseño instruccional es el uso de multimedia. El video, las imágenes, el audio y la animación resuenan perfectamente con la forma en que nuestros cerebros aprenden. La teoría de la codificación dual sostiene que nuestros cerebros prefieren procesar la información en formatos visuales y verbales. Cuando combinas texto con imágenes o video, le das a los aprendices múltiples formas de recibir y entender la misma información. Pero recuerda que no debes exagerar, ya que esto podría resultar abrumador. Utiliza visuales que mejoren la comprensión y asegúrate de que cada imagen, video y texto funcionen juntos.

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6. Diseño centrado en el aprendiz

Como Diseñador Instruccional, el primer principio que debes seguir es diseñar pensando en tus aprendices. Esto implica considerar primero sus necesidades, preferencias y atención. Para tener una idea de lo que quieren, utiliza encuestas, check-ins rápidos o incluso foros de discusión y descubre qué les funciona y qué no. Pero debes usar realmente esa retroalimentación para ajustar el ritmo y modificar el contenido según sea necesario. Por ejemplo, elimina algunos videos si tus aprendices sienten que usas demasiados. O, si están completamente satisfechos, sigue buscando formas de mejorar.

Tendencias de la ciencia cognitiva para refinar tus prácticas de diseño instruccional
IA y aprendizaje personalizado

Las plataformas potenciadas por IA realmente prestan atención a cómo aprenden las personas. No solo lo que tus aprendices deben saber, sino cómo procesan la información. Si tienes aprendices visuales en tu clase, un LMS potenciado por IA incluirá infografías o videos. Y si otros necesitan ir más despacio, no los apresurará a través del material, se ajustará según su ritmo. Además, la IA no solo ofrece contenido, también brinda retroalimentación en tiempo real, y lo mejor es que aprende junto con los aprendices. Cuanto más interactúen, más inteligente se volverá, ofreciendo una experiencia de aprendizaje excesivamente personalizada.

Gestión de la carga cognitiva

El futuro del diseño instruccional se trata de gestionar la carga cognitiva. Además de dividir el contenido en fragmentos manejables y dar a los aprendices espacio para procesarlo, también deberás refinar la forma en que lo entregas. Esto significa gráficos, tablas y videos, pero no elementos multimedia llamativos y distractivos. Todo debe servir un propósito y ayudar a los aprendices a entender mejor el contenido. También hablemos del ritmo. En el futuro, el diseño instruccional ralentizará las cosas, dando a los aprendices tiempo para reflexionar sobre lo que aprenden. La clave aquí es encontrar el equilibrio entre dar a los aprendices la cantidad justa de información sin abrumarlos.

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Aprendizaje espaciado

Basado en la ciencia cognitiva, el aprendizaje espaciado es la teoría de que el aprendizaje se retiene mejor cuando se distribuye en el tiempo en lugar de ser consumido de una vez. Esto cambiará la forma en que estructuras las lecciones. La ciencia cognitiva dice que tu cerebro necesita tiempo para procesar y absorber la información. Por lo tanto, los diseñadores deben comenzar a crear experiencias de aprendizaje que brinden a los aprendices el conocimiento justo, les permitan procesarlo y luego les permitan volver a él. Esto ya es popular en plataformas de microaprendizaje porque los aprendices reciben pequeñas dosis de conocimiento que son más fáciles de retener en lugar de intentar recordar todo de una vez.

Conclusión

Refinar tus prácticas de diseño instruccional es un proceso continuo, no un evento único. Siguiendo los consejos anteriores, puedes crear experiencias de aprendizaje atractivas. Recuerda que aunque el diseño instruccional se trata de entender cómo aprenden las personas, esa comprensión cambia a medida que surgen nuevas investigaciones y tecnologías. En general, es esencial mantenerse curioso y abierto al cambio. Probar, ajustar y mejorar tu enfoque basado en la retroalimentación de los aprendices, los datos y la ciencia cognitiva garantizará que tus diseños sigan siendo relevantes e impactantes.