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Estrategia de Mantenimiento de Cursos de Formación
Dada la actual volatilidad económica, muchos equipos de L&D corporativos se están enfocando en mantener sus programas de aprendizaje en lugar de crear nuevos. Tiene sentido. Puede ser más rentable construir sobre lo que ya existe en lugar de empezar de nuevo, especialmente para programas que requieren actualizaciones de contenido de rutina (como la formación en cumplimiento) o que pueden beneficiarse de un rediseño unos años después de su lanzamiento (como las iniciativas desarrolladas rápidamente para abordar la entrega remota/híbrida durante la pandemia). Sin embargo, ver el mantenimiento del curso de formación puramente a través de un prisma transaccional puede significar que estás perdiendo oportunidades críticas no solo para actualizar el contenido, sino también para mejorar de manera proactiva el rendimiento y los resultados del programa al mismo tiempo.
Antes de adentrarnos en 4 pasos que puedes tomar para transformar tu estrategia de mantenimiento, vamos a analizar algunas diferencias clave entre el mantenimiento ocasional y proactivo.
Mantenimiento Ocasional Vs. Proactivo del Curso
El enfoque convencional para el mantenimiento del curso es limitado. Podemos actualizar cuando cambia el contenido, pero no estamos mirando la eficacia del programa. Este enfoque reactivo con cambios según sea necesario rara vez impacta la calidad de la experiencia de aprendizaje.
Por otro lado, los líderes de L&D que adoptan un enfoque proactivo para el mantenimiento del curso pueden mirar hacia adelante los próximos 3, 6 o incluso 12 meses para:
Anticipar los próximos cambios organizativos
Planificar tanto las brechas actuales como futuras en el rendimiento
Examinar el contenido y diseño existentes con la intención de mejorarlo
Elevar e incrementar la eficacia del programa en general
Lo ideal es que el mantenimiento del curso implique más que una simple actualización ocasional. Es una oportunidad para eliminar y actualizar contenido obsoleto o irrelevante mientras se mejora el rendimiento de los aprendices, se desarrollan nuevas habilidades y se preparan de forma proactiva para los cambios en el horizonte. El proceso comienza con una estrategia efectiva de mantenimiento del curso.
Paso 1: Desarrollar o Refinar Tu Estrategia de Mantenimiento del Curso
Comienza reevaluando tu enfoque actual antes de hacer cualquier cambio en el curso. Hazte las siguientes preguntas:
¿Qué está funcionando en el curso actualmente?
¿Qué no está funcionando? ¿Qué necesita cambiar?
¿Qué tan motivados están los aprendices para completar el curso? ¿Para aplicar sus habilidades y crecer en sus roles?
¿Qué brechas de habilidades tienen actualmente los aprendices?
¿Cómo se alinea el contenido con las necesidades de los aprendices? ¿Con los objetivos organizativos?
¿Qué tan efectivas son las modalidades dentro de la experiencia?
¿Qué estrategias de medición están en marcha para recopilar y evaluar datos?
¿Qué recursos existen para ayudar a apoyar a los aprendices más allá de la formación inicial?
Utiliza tus respuestas para desarrollar o refinar tu estrategia de mantenimiento del curso. Considera realizar un análisis de necesidades para mapear aún más un camino de aprendizaje que aborde cualquier preocupación identificada anteriormente, al tiempo que aprovecha al máximo el contenido que ya tienes. Recuerda: no tienes que empezar de nuevo. Se trata de combinar lo que es efectivo ahora con lo que necesita cambiar en el futuro para mejorar el rendimiento y alcanzar objetivos.
“Colaboramos frecuentemente con nuestros clientes en iniciativas de mantenimiento, siempre teniendo en cuenta futuras actualizaciones y posibles expansiones de cursos al diseñar soluciones de formación”, explica Anna Sargsyan, Directora de Aprendizaje de AllenComm, un proveedor líder de programas de formación y personal de L&D. “De hecho, cuando podemos aprovechar los datos para mejorar el diseño o la experiencia del aprendizaje, el proceso se vuelve tan gratificante como crear algo nuevo. A menudo, el mantenimiento del curso se ve como una tarea de producción, pero nosotros lo abordamos como una oportunidad estratégica para mejorar continuamente y adaptar la experiencia de aprendizaje”.
Paso 2: Confía en las Métricas para Guiarte
Si tu organización ya incorpora estrategias de medición de la formación, utiliza la investigación y los datos que tienes para respaldar tu estrategia de mantenimiento del curso. Por ejemplo, al observar las tasas de finalización del curso, los datos de evaluación u otra información capturada dentro de la experiencia, puedes aprender más sobre la competencia y confianza de los aprendices.
Si no tienes esta información disponible de inmediato, no te preocupes, no estás solo. Muchas organizaciones realmente luchan con la medición en sus propios programas. Sin embargo, nunca es tarde para empezar. Incluso crear y distribuir una encuesta simple a los aprendices y partes interesadas puede proporcionar información valiosa mientras te preparas para el mantenimiento del curso.
También puedes considerar integrar nuevas opciones de medición como parte de tu proceso de rediseño o actualización. Por ejemplo, agregar una prueba previa como evaluación inicial te permitiría comparar el rendimiento del aprendiz antes y después del aprendizaje. Incluso si los datos se utilizan principalmente para nivelar la práctica y medir la mejora a lo largo del viaje de aprendizaje, será invaluable como punto de referencia.
En AllenComm, un cliente añadió una evaluación inicial para personalizar la experiencia del curso para los individuos. Después de la evaluación, el menú del curso priorizaba aquellas lecciones para las cuales un aprendiz específico necesitaba práctica y permitía a ese aprendiz omitir lecciones donde su conocimiento ya era sólido. Este tipo de aprendizaje adaptativo puede ser una mejora significativa para un programa existente.
Paso 3: Enfócate en Mejorar la Experiencia del Aprendiz
El mantenimiento del curso brinda una oportunidad única para hacer los programas más atractivos para los aprendices al personalizar su experiencia e incorporar actividades de aprendizaje activas. Estas actividades pueden incluir juegos de roles, escenarios de toma de decisiones y simulaciones de tareas laborales reales. Las mejoras se pueden lograr a través de la inclusión de:
Elementos de video y multimedia: la incorporación de movimiento, sonido y animación ayuda a capturar y mantener el interés de los aprendices.
Gamificación: ofrecer oportunidades para que los aprendices compitan con otros no solo inyecta un elemento de diversión, sino que aumenta la participación.
Aprendizaje mixto: combinar cursos de formación en línea con sesiones presenciales brinda valiosas oportunidades para que los participantes hagan preguntas, compartan perspectivas y aprendan de otros.
Microaprendizaje: dividir el contenido en módulos de aprendizaje más pequeños no solo facilita la digestión, sino que también se adapta mejor a los horarios laborales ocupados.
Aprendizaje social y mentoría entre compañeros: aprovechar las amistades e interacciones en el lugar de trabajo puede ser una poderosa reafirmación del contenido.
eLearning: la tecnología avanzada como la Realidad Virtual y Aumentada puede crear experiencias de aprendizaje inmersivas. Esto puede no ser alcanzable a corto plazo, pero podría ser un objetivo a largo plazo en la revitalización de un programa de formación.
Paso 4: Evaluar las Necesidades de Personal
Una vez que hayas desarrollado una estrategia de mantenimiento del curso, referenciado (o recopilado) métricas clave para respaldarla y revisado la experiencia del aprendiz para mejorar la relevancia y el compromiso, el último paso es considerar la capacidad de tu organización para llevar esta visión a la realidad.
Esto implica revisar tus recursos actuales, como el personal y el presupuesto, para ver qué es posible y dónde puedes beneficiarte de ayuda adicional. El mantenimiento del curso a veces puede ser más fácilmente externalizado que otros tipos de proyectos, por lo que es posible que no necesites un equipo completo para hacerlo. Aumentar tu equipo con uno o dos Diseñadores Instruccionales adicionales puede ayudar a garantizar que el proyecto esté en buenas manos y también evitar de forma proactiva retrasos al liberar el tiempo de tu equipo principal para seguir manejando lo que más importa.
Incorpora el Mantenimiento Regular en tu Estrategia de L&D Corporativa
En lugar de reaccionar a una situación en particular que requiere una actualización del curso, es una estrategia inteligente realizar evaluaciones regulares de tus soluciones de aprendizaje para mantenerlas efectivas, atractivas y al día.
Especialmente en el entorno empresarial dinámico actual, los objetivos organizativos pueden cambiar de la noche a la mañana. Esto hace aún más importante implementar una estrategia de mantenimiento del curso que transforme los desafíos en oportunidades de L&D que contribuyan directamente a una mejora del rendimiento del aprendiz y al éxito organizativo a largo plazo.
AllenComm
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