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El Kremlin dijo el lunes que partes externas estaban tratando de desestabilizar Georgia, después de que Estados Unidos y la Unión Europea pidieran una investigación sobre presuntas violaciones en las elecciones parlamentarias allí.
El partido gobernante Georgian Dream ganó las elecciones con casi el 54% de los votos, según los resultados oficiales que la oposición disputó.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó cualquier interferencia rusa en la votación.
Los gobiernos occidentales están preocupados por lo que ven como un giro de Georgia lejos de Europa y hacia Moscú, más de tres décadas después de que la nación del Cáucaso obtuviera la independencia cuando colapsó la Unión Soviética.
La presidenta Salome Zourabichvili, opositora de Georgian Dream, se refirió el domingo al resultado como una “operación especial rusa”. No aclaró qué quiso decir con el término.
Peskov dijo que Rusia rechazaba enérgicamente tales acusaciones.
Dijo que hubo intentos de actores europeos de interferir en las elecciones, pero no de Moscú.
“Rechazamos enérgicamente tales acusaciones – como saben, se han vuelto habituales para muchos países. Ante cualquier cosa, inmediatamente acusan a Rusia de interferencia. No, eso no es cierto. No hubo interferencia y las acusaciones son absolutamente infundadas,” dijo Peskov.
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