El director del cercano hospital Kamal Adwan en Jabalia, Hussam Abu Safia, dijo a la agencia de noticias AFP que se estaban tratando a niños en el hospital, que está luchando para tratar a los pacientes debido a la falta de personal y medicamentos. “No queda nada en el Hospital Kamal Adwan excepto materiales de primeros auxilios después de que el ejército arrestara a nuestro equipo médico y trabajadores”, dijo Abu Safia. Las FDI allanaron el hospital la semana pasada, diciendo que estaba siendo utilizado por combatientes de Hamas. Israel dice que sus operaciones en el norte de Gaza están diseñadas para evitar que Hamas se reagrupe y los acusa de infiltrarse entre la población civil, algo que Hamas niega. En un comunicado el martes, dijo que mató a 40 “terroristas” en Jabalia, y en el centro de Gaza dijo que “eliminó a muchos terroristas” en las últimas 24 horas, incluidos algunos que “intentaron plantar explosivos cerca de las tropas”. La Franja de Gaza norte enfrenta una crisis humanitaria cada vez más profunda, con cientos de miles de personas viviendo en condiciones desesperadas. El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, dijo el viernes que “el ejército israelí está sometiendo a toda una población a bombardeos, asedios y riesgo de hambruna”. También dijo que era inaceptable que grupos armados palestinos estuvieran operando entre civiles, incluidos dentro de refugios para desplazados, poniéndolos en peligro. El lunes, el parlamento de Israel aprobó una ley para prohibir que la agencia de refugiados palestinos de la ONU, Unrwa, opere en el país, lo que generó advertencias de que la entrega de ayuda a Gaza podría verse gravemente afectada. Israel lanzó una campaña para destruir a Hamas en respuesta al ataque sin precedentes del grupo en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, en el que murieron alrededor de 1,200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes. Más de 42,924 personas han muerto en Gaza, según el ministerio de salud, que no distingue entre civiles y combatientes en sus cifras. Israel no está permitiendo el acceso de periodistas internacionales de organizaciones mediáticas, incluida la BBC, a Gaza, lo que dificulta verificar los hechos sobre el terreno.