Al mismo tiempo, los recortes de costes están surgiendo como otro posible culpable. El presidente regional de Valencia, el conservador Carlos Mazón, ha tenido que defender su decisión de eliminar la Unidad de Emergencia de Valencia (UVE) alegando que era ineficiente. La UVE fue creada por el gobierno anterior de izquierda para responder a emergencias relacionadas con el clima como inundaciones o incendios forestales. Al asumir el cargo el año pasado, el Sr. Mazón la eliminó inmediatamente, con su Partido Popular (PP) describiendo la agencia como “una organización turbia”. En un comunicado, el sindicato Intersindical criticó la decisión, diciendo que “al priorizar intereses a corto plazo, contribuyen al deterioro ambiental y agravan los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos”. El político nacionalista catalán Gabriel Rufián también criticó la eliminación de la UVE, diciendo que el Sr. Mazón estaba “orgulloso” de desmantelar la agencia. El gobierno regional de Valencia ha respondido diciendo que la UVE “era simplemente otra organización ficticia, sin bomberos, sin materiales y sin eficiencia”. Sin embargo, otros han señalado la aparición del líder valenciano ante los medios el martes, cuando dijo que las fuertes lluvias se esperaba que “redujeran su intensidad” a partir de las 18:00 hora local. En lugar de eso, comenzó a causar estragos en gran parte de la región. Los políticos de algunas de las ciudades afectadas han sido particularmente críticos. Andreu Salom, alcalde de L’Alcúldia, dijo sentir “abandono e impotencia absoluta”. “Como alcalde, nadie me informó del peligro de que el río Magre pudiera desbordarse”, dijo. “Ha llenado la ciudad de agua, barro y escombros”. El Sr. Mazón ha insistido en que los servicios de emergencia estaban en alerta desde el lunes y que la naturaleza extraordinaria del evento meteorológico dificultaba saber exactamente qué aconsejar a los valencianos. “Los expertos han hablado de una situación absolutamente sin precedentes”, dijo, citando la “naturaleza abrupta de la meteorología”. Mientras tanto, los activistas han pedido una acción más rápida y contundente para detener el cambio climático que, según ellos, causó las inundaciones. Eva Saldaña, directora ejecutiva de Greenpeace España, dijo que “la emergencia climática no es un concepto abstracto, sino una realidad que afecta nuestras vidas y que, en este caso, se cobra vidas”. Jorge Olcina, científico del clima de la Universidad de Alicante y coautor de un informe reciente sobre el cambio climático en España, dijo a la radio Cadena Ser que las recientes inundaciones eran “evidencia mediterránea del cambio climático” que, explicó, “está cambiando la forma en que llueve”. También dijo que las advertencias emitidas por la agencia meteorológica nacional deberían haber sido suficientes para mantener a las personas en casa y alejadas del peligro, pero que “las personas quieren llevar una vida normal incluso cuando hay alerta roja”.