‘Una gran parte de mi vida’: un antiguo asociado de Banksy vende su archivo | Banksy

Regardless of Banksy’s true identity, Lazarides is focused on moving forward with his photography career. The auction of his Banksy collection marks a new chapter in his life, one where he can fully immerse himself in his passion for photography once again. As he bids farewell to his time with Banksy, Lazarides looks to the future with excitement and determination.

Lo que es más, comparte que “un gran marchante de arte estadounidense”, cuyo nombre también mantiene en secreto, una vez le hizo una oferta de $10,000 para revelar la identidad de Banksy.

El compromiso de Lazarides de proteger el anonimato de Banksy se refleja en un conjunto de 15 teléfonos celulares desechables que también están a la venta en la subasta de hoy. Cada par de semanas, Lazarides, quien dice que “dirigía un barco muy apretado”, compraría un nuevo teléfono con dinero en efectivo, y se reuniría con Banksy en una iglesia para intercambiar su teléfono, manteniendo cada nuevo número de teléfono privado entre ellos.

A punto de renunciar a objetos tan notables, artefactos personales y obras de arte legendarias, uno podría preguntarse si Lazarides sentirá remordimiento del vendedor después de la subasta. Pero él enfatiza que no es propenso a la nostalgia ni a quedarse en el pasado. “He guardado un par de cosas que fueron dirigidas a mí, como notas enojadas que encontraba pegadas a mi pantalla de computadora por la mañana con cinta adhesiva”, dice Lazarides. “Pero no necesito mil impresiones para demostrar que trabajé con Banksy. Está hecho”.

Lo que es más, comparte que “un gran marchante de arte estadounidense”, cuyo nombre también mantiene en secreto, una vez le hizo una oferta de $10,000 para revelar la identidad de Banksy.

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El compromiso de Lazarides de proteger el anonimato de Banksy se refleja en un conjunto de 15 teléfonos celulares desechables que también están a la venta en la subasta de hoy. Cada par de semanas, Lazarides, quien dice que “dirigía un barco muy apretado”, compraría un nuevo teléfono con dinero en efectivo, y se reuniría con Banksy en una iglesia para intercambiar su teléfono, manteniendo cada nuevo número de teléfono privado entre ellos.

A punto de renunciar a objetos tan notables, artefactos personales y obras de arte legendarias, uno podría preguntarse si Lazarides sentirá remordimiento del vendedor después de la subasta. Pero él enfatiza que no es propenso a la nostalgia ni a quedarse en el pasado. “He guardado un par de cosas que fueron dirigidas a mí, como notas enojadas que encontraba pegadas a mi pantalla de computadora por la mañana con cinta adhesiva”, dice Lazarides. “Pero no necesito mil impresiones para demostrar que trabajé con Banksy. Está hecho”.