Cientos de activistas de la oposición se manifestaron en Belgrado el domingo para protestar por un accidente mortal en una estación de tren en el norte de Serbia, por el cual culpan a la negligencia y corrupción de las autoridades.
El desastre ocurrió el viernes en la ciudad de Novi Sad, a unos 70 km al noroeste de Belgrado, cuando el techo en la entrada de la estación se derrumbó repentinamente, matando a 14 personas e hiriendo gravemente a tres.
Los manifestantes llevaban pancartas que decían “La sangre está en tus manos” y “La corrupción mata”, y coreaban “Arresten a (el presidente Aleksandar) Vucic”, mientras marchaban frente a los edificios del gobierno en el centro de la capital serbia.
“Todos estamos conmocionados y furiosos… el estado es directamente responsable de esto”, dijo Djordje Dimitrijevic, un manifestante.
Políticos de la oposición, activistas y grupos de derechos en Serbia acusan a las autoridades leales a Vucic y su Partido Progresista Serbio de corrupción rampante, vínculos con el crimen organizado, nepotismo y excesiva burocracia.
Vucic y sus aliados niegan tales acusaciones.
El primer ministro de Serbia, Milos Vucevic, dijo el domingo que las autoridades estaban investigando quién es responsable del desastre.
“La fiscalía y la policía están trabajando para establecer la responsabilidad penal… y no hay evasión de la responsabilidad política”, dijo Vucevic en una transmisión de televisión.
La estación en Novi Sad fue renovada en 2021 y 2022. Otros trabajos menores continuaron hasta julio de este año.
La fiscalía de la ciudad dijo el domingo que sus investigadores habían entrevistado a 26 personas en relación con el accidente, incluido el ministro de Transporte Goran Vesic, y habían asegurado documentos de importancia. Otros 14 personas han sido citadas para ser interrogadas, agregó.