Las empresas que suben y bajan no son nada nuevo, especialmente en tecnología. Pero 23andMe es diferente. “Es preocupante debido a la sensibilidad de los datos”, dice Carissa Veliz, autora de Privacy is Power. Y eso no solo es para las personas que han utilizado la empresa. “Si diste tus datos a 23andMe, también diste los datos genéticos de tus padres, tus hermanos, tus hijos e incluso parientes lejanos que no dieron su consentimiento”, dijo a la BBC.
David Stillwell, profesor de ciencias sociales computacionales en la Escuela de Negocios de Cambridge Judge, coincide en que las apuestas son altas. “Los datos de ADN son diferentes. Si tus detalles de cuenta bancaria son hackeados, será disruptivo pero puedes obtener una nueva cuenta bancaria”, explicó. “Si tu hermano (no idéntico) lo ha utilizado, comparten el 50% de tu ADN, por lo que sus datos aún pueden ser utilizados para hacer predicciones de salud sobre ti”.
La empresa insiste en que este tipo de preocupaciones carecen de fundamento. “Cualquier empresa que maneje información del consumidor, incluido el tipo de datos que recopilamos, debe seguir las protecciones de datos aplicables establecidas en la ley como parte de cualquier cambio de propiedad futuro”, dijo en su declaración. “Los términos de servicio y la declaración de privacidad de 23andMe permanecerían en su lugar a menos que y hasta que los clientes se les presenten, y acepten, nuevos términos y declaraciones”.
También existen protecciones legales que se aplican en el Reino Unido bajo su versión de la ley de protección de datos, GDPR, ya sea que la empresa quiebre o cambie de manos. Aun así, todas las empresas pueden ser hackeadas, como lo fue 23andMe hace 12 meses. Y Carissa Veliz sigue sintiéndose incómoda, y dice que en última instancia se necesita un enfoque mucho más sólido si queremos mantener segura nuestra información más personal.
“Los términos y condiciones de estas empresas suelen ser increíblemente inclusivos; cuando les das tus datos personales, les permites hacer prácticamente lo que quieran con ellos”, dijo. “Hasta que prohibamos el comercio de datos personales, no estaremos suficientemente protegidos”.
Reportaje adicional de Tom Gerken.