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El canciller Olaf Scholz ha convocado a sus ministros de economía y finanzas a una serie de reuniones de crisis con el objetivo de salvar al gobierno de coalición cada vez más tumultuoso de Alemania.
Las relaciones entre los Socialdemócratas de Scholz (SPD) y sus socios de coalición -los Verdes representados por el ministro de economía Robert Habeck, y los liberales (FDP) liderados por el ministro de finanzas Christian Lindner- han caído a nuevos niveles en las últimas semanas. La disputa surge antes de las complicadas negociaciones sobre el presupuesto del próximo año que muchos en Berlín temen que puedan llevar a una ruptura y a elecciones anticipadas.
En los últimos días, los alemanes han visto con desconcierto cómo Lindner y Scholz celebraban cumbres rivales para discutir los problemas económicos del país, mientras el ministro de finanzas y Habeck presentaban planes de reforma competidores con propuestas diametralmente opuestas que la mayoría de los observadores creen que no tienen esperanzas de ser implementadas.
Mientras tanto, los diputados de los tres partidos siguen sin saber cómo cubrir un déficit presupuestario de 9.000 millones de euros, con una fecha límite del 14 de noviembre para aprobar el plan de gastos que se acerca rápidamente.
El portavoz de Scholz, Steffen Hebestreit, dijo el lunes que los ministros estaban “trabajando a toda máquina” para encontrar una solución al impasse presupuestario y así salvar la coalición.
“Para el canciller, la prioridad clara es fortalecer la economía alemana, proteger los empleos y finalizar el presupuesto de 2025”, dijo Hebestreit.
Dijo que habría “varias reuniones” esta semana entre Scholz, Habeck y Lindner, antes de una conferencia crucial de líderes de los partidos de la coalición el miércoles que podría presagiar el fin de su alianza.
Hebestreit insistió en que el gobierno cumpliría su mandato completo hasta las elecciones programadas para septiembre, un escenario que muchos políticos y comentaristas en Berlín descartan ahora.
Carsten Brzeski, analista de ING, describió la política alemana como un desastre político en cámara lenta. “El gobierno alemán acaba de entrar en una nueva etapa de crisis política de lento arder que podría ser el último paso antes del eventual colapso de la coalición gobernante”, escribió en una nota.
En los últimos días, Habeck y Lindner han presentado propuestas competidoras para arreglar la economía de Alemania, que enfrenta su primer declive económico de dos años desde principios de los años 2000.
Los líderes empresariales dicen que solo han aumentado la confusión sobre la dirección de la política económica de Scholz.
“Lo que estamos viendo es una coalición completamente disfuncional, donde no hay acuerdo en ningún tema relevante”, dijo Thorsten Frei, un diputado senior de la oposición CDU.
El plan de Habeck prevé un nuevo fondo financiado con deuda para estimular las inversiones, una propuesta que el ministro de finanzas y su partido han rechazado.
El plan rival de Lindner, que se filtró el viernes pasado, propone recortes de impuestos, una moratoria inmediata sobre nuevas regulaciones y una flexibilización de los objetivos climáticos de Alemania, ideas que son anatema para los socios de la FDP.
“No encontré una sola propuesta ahí que fuera adecuada para su implementación”, dijo la co-líder del SPD, Saskia Esken.
El documento de Lindner recordaba a una carta enviada por el entonces ministro de economía de la FDP, Otto Graf Lambsdorff, al canciller del SPD Helmut Schmidt en 1982 abogando por una serie de reformas económicas que iban en contra de la política del SPD. La carta, a menudo referida como los “papeles de divorcio de la FDP”, fue seguida rápidamente por el colapso del gobierno de Schmidt.
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Un portavoz de Lindner descartó la comparación. “Estas son propuestas políticas que conciernen al presupuesto y cómo hacer la economía más dinámica”, dijo. “Ahora serán debatidas abiertamente en la coalición”.
Los informantes dicen que la probabilidad de que la FDP de Lindner abandone la coalición antes del 14 de noviembre está creciendo. Si el presupuesto no es aprobado, se podría aplicar un procedimiento de emergencia para permitir que los impuestos y gastos se trasladen a 2025.
Scholz podría entonces intentar seguir adelante como líder de un gobierno en minoría hasta el próximo año, o presentar una moción de confianza en el parlamento, que, si la pierde, allanaría el camino para elecciones anticipadas.
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