De regreso en Manchester para una carrera agotada, el espectáculo no ha perdido nada de su atractivo con un gran elenco que te transporta al mundo sórdido de Chicago en la década de 1920.
Faye Brookes como Roxie Hart y Kevin Clifton, Billy Flynn en Chicago (Imagen: Paul Coltas) Para los recién llegados a la trama, ¿dónde has estado? – la cantante de club nocturno Roxie Hart asesina a su amante, termina en la cárcel junto a muchas otras mujeres asesinas y, con la ayuda del abogado Billy Flynn, se convierte en una sensación de los tabloides en un intento de evitar la horca.
Hay una historia general pero Chicago es muy a menudo una serie de escenas. Con la orquesta en el escenario, ubicada detrás de los intérpretes, el público conoce a Mama Morton, la interna que dirige la cárcel; Velma Kelly, la asesina igualmente desesperada, y una serie de personajes al estilo de Runyon mientras la prisión se convierte en un club nocturno por la noche.
Faye Brookes como Roxie Hart es algo así como una revelación. Deja atrás cualquier impresión que tengas de ella en Coronation Street, al regresar a Chicago para esta gira por el Reino Unido, realmente está en su elemento mostrando un gran sentido del humor.
Faye Brookes (Roxie Hart) y la compañía (Imagen: Paul Coltas) El ex campeón de Strictly convertido en estrella de teatro musical, Kevin Clifton, aporta la cantidad justa de picardía a Billy Flynn. Y vaya, Kevin de Grimsby puede cantar. Esperas los movimientos, pero no esperas la voz.
Djalenga Scott como la rival de Roxie en la prisión, Velma Kelly, es todo movimientos sinuosos y actitud. Pero también muestra el lado vulnerable de su personaje. Y Brenda Edwards, quien ha hecho efectivamente suyo el papel de Mama Morton, es la poderosa solucionadora que aparentemente puede arreglar cualquier cosa, a cambio de un precio.
Brenda Edwards (Mama Morton) y Djalenga Scott (Velma Kelly) en Chicago (Imagen: Paul Coltas) Ayuda que Chicago esté repleto de grandes números musicales de Kander y Ebb, pero aún así necesitan ser interpretados con aplomo para que el espectáculo funcione realmente. Con esta compañía, eso nunca estuvo en peligro y las rutinas son tan nítidas, tan pulcras, que es casi una clase magistral.
Con iluminación austera y trajes predominantemente negros, hay un borde maravillosamente oscuro en los acontecimientos que hace que toda la producción sea más disfrutable.
No hay duda al respecto, Chicago sigue teniendo el poder de deslumbrar a todos.
Chicago está en el Palace Theatre, Manchester, hasta el sábado. Detalles en www.atgtickets.com