El juez dijo que Khalumi y Lokere habían seguido a Kiplagat, quien estaba en su auto, y luego las imágenes de CCTV mostraron que lo habían matado intencionalmente en un acto premeditado. El motivo exacto del asesinato no estaba claro, pero en el momento de los arrestos la policía había dicho que era robo. El lunes, en una solicitud emocional al tribunal, la madre del atleta pidió al juez Nyakundi que dictara sentencias de cadena perpetua. Habló sobre cómo su hijo, que comenzó su carrera corriendo descalzo, había trabajado duro para convertirse en un corredor internacional y el sostén de la familia, informa el periódico Nation. “Mi hijo tenía 8,000 chelines kenianos ($62; £48) y un teléfono móvil caro, pero los asesinos no le quitaron ninguna propiedad. Su misión era acabar con él dolorosamente”, cita el periódico. A pesar de no acceder a la solicitud de la familia de sentencias de por vida, dijeron que estaban felices con el resultado y que se había hecho justicia. Kiplagat, que tenía 34 años cuando murió, llegó a la final de los 3,000 metros con obstáculos en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. También compitió en los dos Juegos siguientes y es poseedor del récord ugandés en el evento.
