Los rebeldes hutíes están extorsionando hasta $2 billones al año de las líneas navieras a cambio de no atacar sus embarcaciones en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, según un nuevo estudio. El estudio no publicado, basado en la investigación de un panel de expertos en Yemen para el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, encontró que los hutíes estaban recaudando $180 millones por mes en la “extorsión” de protección, según un informe publicado, aunque el panel no pudo verificar independientemente ese número. Desde noviembre de 2023, los hutíes han atacado barcos comerciales en el Mar Rojo, una ruta crítica para los barcos que navegan entre Asia, el Mediterráneo y la costa este de América del Norte, con drones, misiles y embarcaciones, matando a cuatro personas y hundiendo dos barcos. El Mar Rojo proporciona acceso al Canal de Suez al norte y al Golfo de Adén al sur. Los hutíes afirman bloquear solo los envíos de países conectados a Israel, pero el estudio encontró ataques a barcos de países que respaldan a los hutíes, incluido Irán, según otro artículo de noticias. La mayoría de las principales compañías navieras han desviado portacontenedores y buques cisterna lejos de la región y hacia viajes más largos a través del Cabo de Buena Esperanza alrededor del Cuerno de África. Esa ruta añade 10-14 días a la duración de un viaje, lo que agrega retrasos y costos para los transportistas. Pero un flujo constante de buques locales y regionales continúa navegando por el Mar Rojo a diario. Entre los principales transportistas, solo CMA CGM de Francia continúa operando rotaciones programadas a través del Mar Rojo. La compañía no respondió a una solicitud de comentario por correo electrónico. El panel encontró que los hutíes llevaron a cabo más de 130 ataques a buques mercantes desde noviembre de 2023 hasta finales de julio de 2023. El panel escribió que “[l]a transición del grupo a acciones en el mar aumentó su influencia en la región. Una escala de ataques, utilizando sistemas de armas en barcos civiles, no había ocurrido desde la Segunda Guerra Mundial”, según el informe de noticias. El estudio de la ONU encontró que los ingresos por protección están ayudando a financiar y expandir las operaciones de los hutíes en la región. Esto se extendió a la cooperación con al-Qaeda, Hezbollah y otros grupos terroristas, así como a piratas en Somalia y vínculos con el ejército de Irán. Al mismo tiempo, los hutíes han construido una amplia red para el blanqueo de dinero, el reclutamiento, el contrabando y el traslado de armas. “La escala, naturaleza y alcance de los diversos materiales militares y tecnología transferidos a los hutíes desde fuentes externas, incluido el apoyo financiero y la capacitación de sus combatientes, es sin precedentes”, encontró el estudio. Encuentra más artículos de Stuart Chirls aquí. La historia continúa