El Departamento de Justicia ha acusado a un activo del régimen iraní que fue encargado por el régimen de dirigir una red de asociados criminales para llevar a cabo los planes de asesinato de Irán contra sus objetivos, incluido el presidente electo Donald Trump”, dijo el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, en un comunicado.
El departamento de justicia también acusó a otros dos presuntamente reclutados para matar a un periodista americano que era un crítico abierto de Irán.
Los otros individuos fueron identificados por el departamento de justicia como Carlisle Rivera, también conocido como “Pop”, de 49 años, de Brooklyn, y Jonathon Loadholt, de 36 años, de Staten Island.
Los dos comparecieron en el tribunal del Distrito Sur de Nueva York el jueves y están detenidos a la espera de juicio.
Trump ha enfrentado dos presuntos intentos de asesinato separados este año. En julio, un pistolero rozó su oreja después de disparar contra el ex presidente durante un mitin en Pennsylvania.
Luego, en septiembre, un hombre fue arrestado por apuntar con un rifle a Trump mientras jugaba al golf en su campo en West Palm Beach.
Se le pidió a Shakeri que ideara un plan para matar a Trump en siete días, alega la acusación.
Según los fiscales, Shakeri le dijo a las autoridades que no tenía la intención de proponer un plan para matar a Trump dentro de ese plazo de siete días, por lo que los funcionarios de la Guardia Revolucionaria Iraní pusieron el plan en pausa.
Shakeri dijo que el gobierno iraní le dijo que sería más fácil intentar asesinar a Trump después de las elecciones, porque creían que perdería, dijeron los fiscales.
Los fiscales describieron a Shakeri como un nacional afgano que llegó a Estados Unidos cuando era niño. Fue deportado alrededor de 2008 después de pasar 14 años en prisión por una condena por robo.
Los fiscales dicen que el hombre de 51 años utilizó “una red de asociados criminales”, desde la cárcel, incluido Rivera y Loadholt, para llevar a cabo vigilancia sobre los objetivos del gobierno iraní.
Shakeri prometió a Rivera y Loadholt $100,000 para asesinar al periodista americano, que había informado sobre los abusos de derechos humanos y la corrupción del régimen iraní, alegaron los fiscales. El periodista, que no fue nombrado, ya había sido objetivo en el pasado, dijeron los fiscales.
Además del periodista americano y Trump, la acusación alega que el gobierno iraní buscaba matar a dos empresarios judíos americanos que vivían en la ciudad de Nueva York, quienes apoyaban a Israel en las redes sociales.
Shakeri también le dijo a los fiscales que sus contactos iraníes le pidieron que planificara un evento de tiroteo masivo para atacar a turistas israelíes en Sri Lanka en octubre de 2024, un año después de los ataques de Hamas a Israel.
Shakeri, Rivera y Loadholt fueron acusados de asesinato por encargo, que lleva una pena máxima de 10 años de prisión. También enfrentan cargos de conspiración de lavado de dinero, que podría llevar a 20 años de prisión, y conspiración para cometer asesinato por encargo.