Lisa Lerer del New York Times le dijo a los lectores qué esperar después de la victoria de Trump.
Donald Trump le dijo a los estadounidenses exactamente lo que planeaba hacer.
Usaría la fuerza militar contra sus oponentes políticos. Despediría a miles de funcionarios públicos de carrera. Deportaría a millones de inmigrantes en redadas de estilo militar. Aplastaría la independencia del Departamento de Justicia, usaría el gobierno para promover teorías conspirativas de salud pública y abandonaría a los aliados de América en el extranjero. Convertiría el gobierno en una herramienta de sus propias quejas, una forma de castigar a sus críticos y recompensar generosamente a sus seguidores. Sería un “dictador” – si solo en el Día 1.
Y, cuando se le pidió que le diera el poder para hacer todo eso, los votantes dijeron que sí.
Esto fue una conquista de la nación no por la fuerza, sino con un permiso. Ahora, América se encuentra al borde de un estilo de gobierno autoritario nunca antes visto en sus 248 años de historia.
Después de derrotar a la vicepresidenta Kamala Harris, quien habría sido la primera presidenta de Estados Unidos, el Sr. Trump llevará sus propios hitos históricos a la Casa Blanca: el único presidente condenado por docenas de delitos, acusado de docenas más y destituido en dos ocasiones.