Shell dijo que estaba contenta con la decisión del tribunal, pero Amigos de la Tierra Países Bajos dijo que la sentencia fue un revés que les afectaba profundamente. El grupo ambiental puede llevar su caso contra Shell al Tribunal Supremo, pero un veredicto final podría tardar años. Donald Pols del grupo dijo “es una maratón, no un sprint y la carrera aún no ha terminado”. En ese momento, la sentencia de 2021 marcó la primera vez que un tribunal ordenó a una empresa privada alinear sus trabajos con el acuerdo climático de París, lo que significa que no era suficiente que una empresa simplemente cumpliera con la ley, también debía cumplir con la política climática global. Según los términos del Acuerdo de París sobre el cambio climático, casi 200 naciones acordaron mantener las temperaturas globales “muy por debajo” de 2°C por encima de los niveles preindustriales. El juez de la corte de apelaciones dijo que empresas como Shell estaban obligadas a contribuir a combatir el cambio climático basándose en el derecho humano a la protección contra el cambio climático peligroso. Sin embargo, el tribunal dijo que Shell ya estaba trabajando para reducir sus emisiones y que el tribunal no podía establecer si debía hacer un recorte del 45% u otro porcentaje, ya que no había un acuerdo aceptado actualmente en la ciencia climática sobre la cantidad requerida. Shell ha argumentado que ya está tomando “medidas serias para reducir las emisiones”. Se quejó de que la sentencia original fue injusta, ya que señalaba a una empresa por un problema global, y dijo que era irrealista intentar responsabilizar a Shell por las elecciones de sus clientes. Shell dijo que si la gente consideraba que el progreso para reducir las emisiones era demasiado lento, deberían presionar a los gobiernos en lugar de a Shell para cambiar las políticas y lograr una transición verde. La empresa petrolera dice que su objetivo es reducir la intensidad de carbono de los productos que vende en un 15-20% para 2030 desde una línea de base de 2016. Shell también tiene como objetivo convertirse en una empresa con emisiones “netas cero” para 2050. Parte del caso legal histórico se basaba en la interpretación de un “deber de cuidado no escrito” que existe bajo la ley holandesa, que requiere que las empresas eviten la negligencia peligrosa. Amigos de la Tierra Países Bajos argumentó que había un consenso internacional de que los derechos humanos ofrecían protección contra el cambio climático peligroso y que las empresas debían respetar los derechos humanos. El exitoso recurso de Shell podría tener implicaciones de gran alcance para la responsabilidad climática corporativa. Varios grupos ambientales de todo el mundo están tratando de forzar a las empresas y gobiernos a cumplir con los acuerdos a través de los tribunales.