La región oriental de Valencia en España se preparaba para más lluvias torrenciales el miércoles, dos semanas después de las peores inundaciones en generaciones que mataron a más de 200 personas allí.
Otras partes de España también en alerta máxima evacuaron a miles de residentes y cerraron escuelas mientras otra tormenta azotaba a la nación europea.
La agencia meteorológica nacional AEMET emitió la alerta roja más alta que durará hasta el mediodía (1100 GMT) del jueves para la costa de Valencia, con hasta 180 milímetros de lluvia predichos para caer en 12 horas.
Las autoridades regionales en Valencia extendieron el cierre de universidades y escuelas, cerraron centros de día e instalaciones deportivas y restringieron los viajes por carretera en los municipios más afectados a “vehículos esenciales”.
Los funcionarios advirtieron que los sistemas de alcantarillado ya obstruidos con barro podrían tener dificultades para hacer frente a una nueva tormenta.
Muchas personas en la ciudad destruida de Paiporta habían barricado sus hogares con tablones o sacos de arena para tratar de protegerlos de nuevas inundaciones, según un periodista de AFP.
Una sesión muy esperada del parlamento local en la que se suponía que el líder regional Carlos Mazón explicaría su manejo del desastre fue pospuesta del jueves al viernes, dijo un portavoz de la institución a AFP.
La catástrofe del 29 de octubre mató a 223 personas, casi todas en la región de Valencia, y causó enormes daños materiales que se espera que asciendan a decenas de miles de millones de euros.
AEMET también anunció una alerta roja para parte de la región sureña de Andalucía, donde los servicios de emergencia dijeron que más de 1,000 hogares y casi 3,000 residentes fueron evacuados en la ciudad de Málaga y sus alrededores.
Imágenes en las redes sociales mostraron el centro comercial normalmente bullicioso de Málaga desierto y coches atravesando aguas crecientes que habían inundado las carreteras.
– Málaga ‘paralizada’ –
Ester Espinosa, una residente de 47 años del suburbio de Campanillas en Málaga, dijo a AFP que los residentes estaban erigiendo una barricada para frenar el agua.
“No se ha exagerado en absoluto”, agregó Ida María Ledesma Martín, una educadora social de 39 años que dijo que la policía había advertido a los residentes esa mañana.
Los cierres de escuelas y universidades en Andalucía se extendieron en Málaga y otros municipios bajo advertencias meteorológicas severas por lluvias el jueves.
Las líneas de alta velocidad que conectan Madrid con Málaga y Valencia se suspenderán al menos hasta el mediodía del jueves debido a las alertas meteorológicas, dijo la compañía nacional de ferrocarriles Renfe.
El aeropuerto de Málaga canceló un vuelo y desvió otros cinco, escribió el operador Aena en X, mientras que el metro local fue cerrado.
El inicio de la final de la Copa Billie Jean King de tenis entre España y Polonia en la ciudad también fue pospuesto.
“Málaga está paralizada… si hay lluvias intensas en un corto período de tiempo, no hay capacidades ni infraestructuras que puedan hacer frente”, dijo Juanma Moreno, líder de la región de Andalucía.
Las tormentas que azotan España resultan de aire frío moviéndose sobre las cálidas aguas del Mar Mediterráneo, lo que permite que el aire más caliente y húmedo en la superficie se eleve rápidamente y produzca nubes de lluvia intensas.
Los científicos advierten que el cambio climático inducido por el ser humano está aumentando la ferocidad, frecuencia y duración de eventos climáticos extremos de este tipo.