El NHS necesita adoptar la IA y el papel crucial que desempeñará.

La inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama de la medicina tal como la conocemos, y el NHS está aprovechando lentamente el potencial de esta poderosa herramienta.

En octubre de 2023, el NHS invirtió £21 millones en IA, con un ahorro potencial de costes de £235 millones en los próximos cinco años.

La IA se está implementando en varios trusts del NHS para brindar atención a los pacientes. Esta transición promete aumentar la capacidad de la provisión de atención y entregar resultados de pruebas más rápidos.

En un sistema de salud que está sobrecargado y saturado, la IA es una solución cegadoramente obvia.

Un hospital no es un lugar al que muchos deseen ir. Las admisiones hospitalarias suelen ser más por necesidad que por deseo.

Una cama de hospital rígida y el menú gourmet del NHS simplemente carecen de atractivo para algunos. ¿Pero qué pasa si pudieras recibir el tratamiento que necesitas en casa? La IA está facilitando exactamente esto.

Los hospitales ahora están admitiendo pacientes en ‘salas virtuales’ dirigidas por clínicos que supervisan de cerca a los pacientes de forma remota.

El éxito de estas salas virtuales ya se está celebrando con admisiones hospitalarias más cortas y ahorros de costes.

En el campo de la radiología, la IA ya se ha implementado en aproximadamente 64 trusts hospitalarios. Actualmente, las imágenes son realizadas e informadas por un especialista conocido como radiólogo.

El NHS tiene un déficit del 30 por ciento de estos médicos especialistas. Esto significa que hay retrasos en la formalización de los informes de las exploraciones y posteriores demoras en el tratamiento.

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Con la introducción de la IA, las exploraciones serán leídas por un software programado para detectar radiografías normales y patologías comunes.

Esto significa que las exploraciones pueden ser informadas más rápidamente, y a largo plazo, también serán interpretadas por un radiólogo.

Al igual que con cualquier software basado en un algoritmo, existen limitaciones. Los falsos positivos son un inconveniente para el éxito de la IA en radiología.

Estos pueden llevar a intervenciones innecesarias, como el inicio de medicamentos o procedimientos. Por lo tanto, se anima a los clínicos a no depender únicamente de esta tecnología.

El plan a largo plazo del NHS vislumbra a la IA como un jugador clave en el liderazgo de la transformación digital para mejorar la provisión de atención.

Está claro que la IA jugará un papel crucial en mejorar la eficiencia de los clínicos dentro de un sistema que está desesperadamente exhausto.

Aunque hay más avances por hacer, la IA es una solución sostenible con beneficios de largo alcance, que necesitamos abrazar abiertamente.