Un profesor de CTE comparte 8 estrategias para aumentar la participación de los estudiantes.

Este artículo originalmente apareció en el blog de iCEV y se vuelve a publicar aquí con permiso.

Como maestros de clase, uno de los muchos desafíos a los que nos enfrentamos es la participación de los estudiantes. Con el cambiante panorama de la educación, ¿cómo mantenemos a los estudiantes enfocados y les proporcionamos una base para aprender nuestras diversas áreas temáticas?

Hay muchas formas de abordar esta pregunta y no hay una respuesta correcta. Pero en mi experiencia, he encontrado que estas ocho estrategias pueden ayudar a maximizar la participación de los estudiantes en el aula:

  1. Planificar y enseñar con entusiasmo
  2. Construir y mantener relaciones
  3. Optimizar la configuración de tu aula
  4. Promover el aprendizaje activo
  5. Desarrollar la capacidad de los estudiantes para completar tareas
  6. Capturar su atención desde el principio
  7. Hacer que tus lecciones sean lo más relevantes y divertidas posible
  8. Revisar y renovar

Después de leer este artículo, podrás emplear pasos que pueden impactar de inmediato tu capacidad para involucrar a los estudiantes, ayudar a los maestros con la participación de los estudiantes y ver un impacto positivo en general dentro de las áreas del currículo de CTE.

¿Qué es la participación estudiantil?

Antes de comenzar, definamos la participación estudiantil. Según Merriam-Webster, la participación se define como el acto de involucrarse, que es atraer la atención o el interés favorable.

Para nuestros propósitos, diremos que la participación estudiantil es la capacidad de un maestro para atraer la atención o el interés de los estudiantes con el fin de aprender.

Entonces, ¿cómo lo haces? ¡Veamos más de cerca ocho pasos que puedes tomar para mantener interesados a tus alumnos!

1. Planificar y enseñar con entusiasmo

El primer paso es comenzar contigo mismo. Como maestros, establecemos el tono para la experiencia educativa que nuestros estudiantes van a tener.

Podemos comparar esto con una chispa y un fuego. Solo se necesita una pequeña chispa para encender un fuego. Debemos ser la chispa que encienda su pasión por el aprendizaje.

Esto comienza con cómo planificamos. Debes creer en tu capacidad como maestro para crear o encontrar lecciones atractivas. También debes creer que a los estudiantes les van a gustar las lecciones y que pueden hacer el trabajo requerido. Si no crees que la lección es buena o será efectiva, tampoco lo harán tus estudiantes.

Los estudiantes se alimentan de tu entusiasmo. Este entusiasmo se reflejará en tu planificación, pero realmente despegará con la forma en que implementas la lección.

¿Significa esto que tienes que hacer un espectáculo? No necesariamente. Pero sí significa que tu alegría y felicidad auténticas se mostrarán a través de tu enseñanza.

Nuevamente, si no crees en la lección, tampoco lo harán tus estudiantes. La lección podría beneficiarlos en su aprendizaje ahora o en el futuro. De cualquier manera, engánchalos con tu emoción.

2. Construir y mantener relaciones

Las relaciones son la clave de todo lo que hacemos en educación. Forman la base sobre la cual se construye todo otro trabajo.

Se atribuye a John Maxwell y Theodore Roosevelt la frase: “Los estudiantes no se preocupan por cuánto sabes hasta que saben cuánto te importa”. Este sentimiento es muy cierto. Los estudiantes deben saber que te preocupas por ellos como individuos y que estás tratando de ayudarlos a alcanzar sus sueños y metas, incluso más allá de lo que pueden ver ahora. Como resultado, darán el esfuerzo y la energía para igualarlo.

Este proceso comienza con algo tan simple como recordar los nombres de los estudiantes y cómo se pronuncian. Se dice que un nombre es lo más importante para una persona. Engloba todo lo que son. Lo mismo es cierto para los estudiantes.

Más allá de eso, es fundamental aprender quiénes son tus estudiantes, incluyendo sus habilidades, intereses, sueños y metas. Incorporar estas cosas en las lecciones y actividades es una forma de ayudar a mantenerlos comprometidos. Preguntarles a menudo y asistir a sus actividades extracurriculares como eventos deportivos, conciertos de coro o ceremonias de premiación puede ser de gran ayuda para mostrarles que te importan.

3. Optimizar la configuración de tu aula

Por simple que parezca, la forma en que está configurada tu aula puede obstaculizar o ayudar en la participación en el aula. Los pupitres y estaciones de trabajo de los estudiantes pueden estar dispuestos para facilitar el aprendizaje.

Esto puede ser tan simple como organizar mesas para actividades en pareja, como Pensar, Compartir, Reflexionar. O puedes optar por un diseño más complejo y organizar a los estudiantes en grupos de trabajo estratégicamente organizados. Los pupitres incluso pueden colocarse de manera que te permitan rodear el aula para proporcionar retroalimentación e interacción con los estudiantes mientras trabajan.

Algunas aulas no tienen la ventaja de una configuración ajustable, por lo que tendrás que ser creativo. Por ejemplo, hay cubiertas de luces de imagen que verás en ciertas instalaciones de atención médica y dental. Cubrir las luces de techo planas con imágenes de galaxias o nubes puede proporcionar estímulos adicionales para ayudar a los estudiantes a mantenerse comprometidos.

4. Promover el aprendizaje activo

El aprendizaje activo es un concepto simple en el que los propios estudiantes son participantes en el proceso de aprendizaje.

Estimular a los estudiantes para que participen activamente es importante. Algunas de estas estrategias son una continuación de la construcción y mantenimiento de relaciones, mientras que el resto depende de facilitar el aprendizaje e instrucción.

Los estudiantes no siempre saben cómo el material les va a ayudar o beneficiar. A veces deben ser recordados de estas cosas.

Para promover aún más el aprendizaje activo, considera incorporar estas prácticas en tu instrucción:

  • Llamar a los estudiantes para que participen
  • Usar habilidades que los estudiantes han demostrado en clase
  • Incorporar habilidades que hayas notado que los estudiantes ya han dominado

Por ejemplo, los estudiantes que siempre intentan interrumpir la clase, ya sea haciendo bromas o hablando constantemente, pueden ser alentados a usar esa energía de manera positiva. Estos estudiantes pueden servir como oradores para actividades grupales o pueden liderar una lección.

Otro ejemplo son los líderes en tu aula. Si puedes animarlos a ayudarte durante una lección, pueden ayudarte a llevar al resto de la clase a bordo.

5. Desarrollar la capacidad de los estudiantes para completar tareas

Desarrollar la capacidad de los estudiantes significa que estás construyendo la capacidad para que completen tareas o trabajen por su cuenta dentro de tu aula. Puede que no tengan todas las respuestas o sepan qué hacer todo el tiempo, pero desarrollar su capacidad significa que tienen los medios y recursos para buscar ayuda, encontrar respuestas y completar tareas.

Una estrategia es el concepto de “Tres antes que yo”. Los estudiantes deben consultar con otros tres aprendices para ver si pueden obtener respuestas a sus preguntas antes de acudir a mí como maestro. Antes de incorporar esta actividad, muéstrala a tus estudiantes. Una vez que hayan practicado, puede ser muy efectiva para cultivar las habilidades de los estudiantes para aprender por su cuenta y se puede utilizar en prácticamente todas las situaciones de instrucción.

6. Capturar su atención desde el principio

Se ha dicho que solo tienes siete segundos para captar la atención de alguien. Si esto es cierto, entonces debemos maximizar nuestros primeros segundos al comienzo de la clase.

Una forma de captar la atención de los estudiantes en el aula es mediante el uso de actividades de apertura. Las actividades de apertura no son más que actividades en las que los estudiantes comenzarán a trabajar tan pronto como entren en tu aula.

Los estudiantes pueden responder a una pregunta esencial o revisar preguntas. Pueden responder a consignas de escritura, pre-pensamientos sobre contenido nuevo y más. Con los estudiantes trabajando tan pronto como entren en tu aula, te da un punto de partida desde el cual facilitar el resto de la increíble lección que has diseñado.

7. Hacer que tus lecciones sean lo más divertidas y relevantes posibles

La relevancia es muy importante para involucrar a los estudiantes. Esto no es fácil para todos los tipos de contenido o lecciones, por lo que es posible que tengas que usar algo de creatividad para conectarte con tus estudiantes.

Si has estado trabajando en tu relación con nuestros estudiantes, tendrás una idea de algunas de las cosas que les interesan. Puedes incorporar eso en las lecciones que creas. Por ejemplo, una lección de promoción de marketing podría incorporar el amor de tus estudiantes por el fútbol. Los estudiantes pueden crear una campaña promocional para su equipo y/o jugador de fútbol favorito. Puedes usar esta estrategia para actividades y proyectos también.

Además, piensa en cómo puedes incorporar juegos de aprendizaje en tu aula. Los maestros pueden usar juegos a través de plataformas como Kahoot, Quizziz y más. También puedes dar a los estudiantes la opción de crear sus propios juegos.

Por último, asegúrate de promover continuamente las lecciones informando a los estudiantes de cómo la lección les va a beneficiar ahora y en el futuro.

8. Revisar y renovar

Después de haber completado una lección o unidad, revisa esa lección con tus estudiantes. Recibe y acepta sus opiniones sobre la lección. Esto se puede hacer de forma informal simplemente haciendo preguntas. O se puede hacer a través de un conjunto de preguntas como una encuesta.

Considera preguntas como:

  • ¿Qué les gustó de la lección?
  • ¿Qué creen que se puede mejorar?
  • ¿Qué harían de manera diferente?

Obtener la opinión de los estudiantes ayuda a crear compromiso para futuras lecciones. Esto es especialmente cierto cuando los estudiantes pueden ver que su opinión está siendo utilizada.

Impulsa la participación en tu aula de CTE

No hay una solución mágica para remediar la participación de los estudiantes. Sin embargo, hay estrategias que podemos usar para ayudar a nuestra causa. Las ocho estrategias anteriores te proporcionarán un gran punto de partida. Son estrategias simples pero efectivas que puedes implementar sin importar en qué punto te encuentres en tu trayectoria educativa profesional para aumentar la participación de nuestros estudiantes.

Cuando tengas éxito, verás un aumento no solo en la participación, sino también en la asistencia, los puntajes de las pruebas e incluso los números de certificación de tu programa.

Jaison Brooks, Educador de CTE

Jaison Brooks tiene más de 18 años de experiencia en la enseñanza de CTE en los niveles de primaria, secundaria y preparatoria. Tiene una maestría en Administración Escolar de la Universidad de East Carolina. Jaison ha sido coordinador de intervenciones y es asesor de capítulos de Futuros Líderes Empresariales de América (FBLA). Su objetivo es utilizar su experiencia de primera mano para ayudar a los maestros a mejorar su oficio.

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