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Espacios de aprendizaje sin distracciones: manteniendo el enfoque durante el aprendizaje en línea desde casa
Aprender desde casa es el sueño de algunos. Tomar cursos desde tu sofá o cama, vistiendo lo que quieras, picando tanto como quieras y evitando levantarte muy temprano es ideal. Sin embargo, la realidad de intentar estudiar en casa a menudo está llena de distracciones. Por ejemplo, es fácil empezar a desplazarte por las redes sociales o ver series sin parar mientras se supone que deberías estar estudiando. Así que hablemos sobre por qué crear una zona libre de distracciones en casa es absolutamente crucial para tu éxito.
Para ser completamente sincero, el hogar no siempre es el mejor lugar para aprender. Claro, es cómodo y conveniente, pero los miembros de la familia, compañeros de piso, mascotas y quehaceres domésticos pueden hacer que pierdas el enfoque. El desafío es que las distracciones son demasiado fáciles. Ya sea las redes sociales, videos o simplemente querer doblar la ropa, tu cerebro no puede concentrarse, luchando así por retener y procesar la información. Por lo tanto, crear una zona de aprendizaje libre de distracciones en casa es una necesidad. Es como crear tu propio espacio de enfoque, donde nada puede interponerse entre tú y tu aprendizaje. A continuación, te mostraremos todas las formas en las que puedes hacerlo y sumergirte rápidamente en tu viaje de aprendizaje.
Cómo eliminar distracciones en casa mientras se aprende en línea
1. Elige el espacio adecuado
Elegir el espacio adecuado para aprender desde casa es la clave para combatir las distracciones. No puedes esperar hacer nada si estás tratando de estudiar al lado de un televisor a todo volumen o en la sala de estar cuando toda la familia está allí. Una habitación libre de distracciones es una habitación tranquila donde no hay personas rondando. Un rincón de tu habitación o tu oficina en casa podría ser el lugar perfecto. A continuación, debes ajustar la iluminación. Debería ser suave y relajante o, aún mejor, natural. Si estás estudiando de noche, busca una lámpara de escritorio que no canse tus ojos. Sin embargo, lo más importante es la comodidad. Consigue el escritorio y la silla perfectos que apoyen tu cuello y espalda. Y si aún escuchas el ruido de las otras habitaciones, los auriculares con cancelación de ruido se convertirán en tu mejor amigo.
2. Organiza el entorno de aprendizaje
Hablemos de organizar tu espacio de aprendizaje. Un espacio de trabajo desordenado causará una mente desordenada. Por eso, tu escritorio debe estar libre de distracciones, sin basura ni cosas que no necesitas. Considera comprar un cajón u organizador de escritorio, carpetas de archivos, estuches de lápices y otros elementos de almacenamiento para mantener todo ordenado y al alcance. Lo mismo se aplica a tu escritorio digital. Debes poder encontrar tus recursos y material en línea fácilmente, así que asegúrate de ordenarlo todo para evitar perder tiempo buscando ese archivo cuando más lo necesitas. Incluso puedes descargar algunas aplicaciones de organización que te ayudarán a realizar un seguimiento de tus tareas, organizar tus archivos y recursos digitales e incluso recordarte los plazos de entrega.
3. Limita las distracciones digitales
Las verdaderas distracciones suelen ser tu teléfono y tu computadora, por lo que lo primero que debes hacer es poner tus dispositivos en modo No molestar. Esto silencia las notificaciones y asegura que no recibas alertas de publicaciones, mensajes, etc. Algunas aplicaciones lo hacen por ti, dándote un tiempo de desconexión digital y bloqueando Netflix o TikTok para que puedas mantenerte enfocado. Finalmente, intenta usar aplicaciones de productividad, temporizadores y técnicas. La técnica Pomodoro, por ejemplo, en la que trabajas durante 25 minutos y luego tomas un descanso de 5 minutos, te ayuda a hacer las cosas sin sobrecargarte.
4. Establece una rutina
Establecer un horario para tus sesiones de estudio es esencial para crear un entorno libre de distracciones. Tu cerebro se concentrará mejor cuando sepa que hay una rutina constante. Por ejemplo, si tomas cursos de lunes a viernes de 5 pm a 8 pm, tu cerebro estará cableado para concentrarse y no desear una sesión de ver series. Pero no olvides agregar descansos. Los estudios muestran que nuestros cerebros solo pueden concentrarse durante cierto tiempo antes de comenzar a apagarse. Por lo tanto, después de 45 minutos de estudio, levántate, estírate y haz lo que te ayude a relajarte.
5. Establece límites
Establecer límites cuando se aprende desde casa es innegociable. Esto implica comunicar tus horas de aprendizaje con el resto del hogar para que sepan cuándo no deben molestarte o entrar en tu espacio de aprendizaje. Ahora, si estás lidiando con niños o mascotas que interrumpen, está bien cerrar la puerta con llave. Si eres claro y firme sobre la importancia de tus horas de estudio, todos respetarán eso e intentarán hacer el menor ruido posible. Nuevamente, si todo falla, puedes probar con auriculares con cancelación de ruido o encontrar un lugar local de estudio, como una cafetería o biblioteca, para llevar a cabo tus sesiones de aprendizaje por un tiempo.
6. Personaliza el espacio
Si vas a aprender desde casa, tu espacio de aprendizaje debe ser tu rincón único. Esto no solo hará que realmente desees pasar horas allí, sino que también calmará tu mente para que puedas concentrarte mejor. Desde plantas y obras de arte hasta iluminación especial y decoraciones de escritorio, tu espacio de aprendizaje debe ser inspirador y reflejar tu personalidad. También puedes esparcir algunas citas inspiradoras, ya sea en pequeños pósters o notas adhesivas escritas a mano. La idea es rodearte de cosas que te motiven. Después de todo, la productividad prospera en un entorno acogedor, no aburrido.
Conclusión
En lo que respecta a crear una zona libre de distracciones, la consistencia es clave. No es suficiente simplemente configurar las cosas una vez y esperar que funcionen para siempre. Tu espacio de estudio ideal puede necesitar ajustes a medida que te acostumbras a tu rutina o a medida que evolucionan tus necesidades de aprendizaje. Comienza con pasos simples, como organizar tu espacio de trabajo o establecer límites claros con los demás. A medida que veas qué funciona, puedes crear un entorno que se adapte mejor a tus necesidades. Pronto verás que si conviertes tu espacio en un lugar donde te sientas cómodo y enfocado, te encontrarás en un ritmo que apoya tus metas de aprendizaje.