Nathan Smith ya ha enviado a tres hijos a la universidad. Pero nunca ha visto nada como el volumen de materiales de reclutamiento que han estado llegando desde que su cuarta hija llegó a su último año en la escuela secundaria este otoño.
“Si pusieras a los otros tres juntos y los multiplicaras por cuatro, así es la cantidad de correo que ha recibido ella,” dijo Smith, quien tiene un interés profesional en esto como presidente de la Junta de Regentes de la Universidad del Norte de Kentucky.
“Lo que veo es que están pescando,” dijo sobre las instituciones que están animando a su hija a aplicar. “No pueden atrapar al pez que quieren con solo una caña. Tienen que poner diez cañas. Creo que están lanzando la red más amplia y más lejos.”
A medida que la inscripción en universidades y colegios continúa disminuyendo, con una caída de más de dos millones de estudiantes, o un 10 por ciento, en los 10 años hasta 2022, no solo están lanzando redes más amplias. Algo más dramático está sucediendo en el proceso de solicitud universitaria, por primera vez en décadas:
Está siendo más fácil ingresar.
En promedio, las universidades y colleges están admitiendo una proporción mayor de sus solicitantes que hace 20 años, según una nueva investigación del grupo de expertos conservador American Enterprise Institute.
La tasa de aceptación mediana en universidades y colleges que otorgan títulos de licenciatura fue 7.6 puntos porcentuales más alta en 2022 que en 2012, encontró el AEI. Estas son las cifras de admisión más recientes reportadas al gobierno federal y no incluyen instituciones con admisión abierta, que aceptan el 100 por ciento de los solicitantes.
Esto viene después de un período de competencia cada vez mayor para ingresar a la universidad desde principios del milenio, lo que agravó los temores entre los estudiantes y sus familias de ser rechazados por las instituciones de su elección. Las tasas de aceptación de un solo dígito ampliamente reportadas en las universidades y colleges más selectivos del país solo hicieron que esa aprehensión fuera peor.
No es sorprendente que el 45 por ciento de los jóvenes de 18 a 29 años piensen que es más difícil ingresar a la universidad que para la generación de sus padres, encontró una encuesta del Centro de Investigaciones Pew.
De hecho, el 87 por ciento de los colleges sin fines de lucro de cuatro años en 2022 aceptaron la mitad o más de los estudiantes que aplicaron a ellos, frente al 80 por ciento en 2012, encontró el estudio del AEI.
“Realmente es una pequeña proporción la que acepta solo porcentajes de un solo dígito de sus solicitantes,” dijo Preston Cooper, investigador principal de AEI, quien realizó la investigación. “Vas a entrar en algún lugar, y vas a entrar en un lugar decente.”
Datos separados de la Asociación Nacional para la Asesoría en la Admisión a la Universidad, o NACAC, muestran que el 78 por ciento de los solicitantes de primer año en universidades y colleges públicos y el 70 por ciento en instituciones privadas son aceptados. Eso es un aumento del 68 por ciento y el 65 por ciento, respectivamente, desde 2014.
Recibir aceptación en la universidad “es más fácil de lo que la gente piensa,” dijo Melissa Clinedinst, directora de iniciativas e alianzas de investigación de NACAC. “Ese es el mensaje que hemos estado tratando de transmitir durante años.”
Es matemática básica. La inscripción ha estado disminuyendo durante más de 10 años. La inscripción de primer año este otoño disminuyó otro 5 por ciento. Y los datos federales muestran que el número de graduados de secundaria que van directamente a la universidad ha caído de un máximo del 70 por ciento en 2015 al 62 por ciento en 2022, el año más reciente para el cual está disponible la cifra.
A medida que menos personas aplican, las universidades se ven obligadas a aceptar una mayor proporción de ellas. Y con una proyección de disminución en el número de jóvenes de 18 años, dijo Cooper, es probable que ingresar a la universidad siga siendo más fácil.
Las posibilidades de ingresar a la Universidad de Fordham aumentaron del 43 por ciento al 54 por ciento entre 2012 y 2022, encontró datos federales analizados por The Hechinger Report; a la Universidad George Washington, del 33 por ciento al 49 por ciento; a Hofstra, del 59 por ciento al 69 por ciento; a la Universidad de Indiana Bloomington, del 74 por ciento al 82 por ciento; a Marquette, del 55 por ciento al 87 por ciento; y a Michigan State, del 71 por ciento al 88 por ciento.
El portavoz de Fordham, Bob Howe, dijo que la tasa de aceptación de esa universidad aumentó, en parte, porque los estudiantes de último año de secundaria están solicitando a más colegios, lo que “nos ha requerido cambiar temporalmente nuestra tasa de aceptación.”
En la Universidad de Indiana Bloomington, el portavoz Mark Bode dijo que la mayor tasa de aceptación se debió en parte a un aumento en el tamaño de las clases entrantes. Bode proporcionó datos que muestran que las puntuaciones estandarizadas y los promedios de calificaciones de la escuela secundaria de los estudiantes admitidos también han aumentado.
Las otras instituciones no respondieron a las solicitudes de comentarios.
La noticia no es del todo buena para los estudiantes. Para asegurar la disminución de la reserva de clientes, algunas universidades y colleges están expandiendo su uso de la llamada decisión anticipada, que generalmente requiere que los solicitantes exitosos acepten una oferta de admisión mucho antes de la fecha límite habitual del 1 de mayo.
La Universidad de Duke, una de las varias escuelas de alto nivel que admiten al menos la mitad de sus estudiantes a través de la admisión temprana. El proceso ayuda a las universidades a llenar los asientos, pero la investigación muestra que excluye en gran medida a las familias de bajos ingresos. Crédito: Lance King/Getty Images
Eso no solo deja menos asientos disponibles a través del proceso de admisión general, según datos de la Solicitud Común; también excluye en gran medida a estudiantes de bajos ingresos y de primera generación, que pueden no estar al tanto de la opción o no pueden permitirse aceptar una oferta antes de saber cuánta ayuda financiera institucional recibirán.
“Simplemente no existe un mundo donde puedan presentar una decisión anticipada a esa institución sin saber si pueden o no pagarla,” dijo Karla Robles-Reyes, directora de programas en OneGoal, una organización sin fines de lucro que brinda asesoramiento y apoyo a estudiantes de bajos ingresos.
Muchas escuelas de alto nivel aceptan al menos la mitad de sus estudiantes a través de la decisión anticipada, incluyendo la Universidad de Pensilvania y las universidades Dartmouth, Brown, Cornell, Duke y Vanderbilt, según Education Reform Now, que aboga por los estudiantes de familias de bajos ingresos.
Ochenta y cuatro universidades y colleges selectivos admiten un tercio o más de sus estudiantes a través de la decisión anticipada, y 55 de ellos han aumentado en los últimos años la proporción que ingresa de esta manera, informa Education Reform Now.
En Tulane, la proporción de solicitantes admitidos a través de la decisión anticipada aumentó del 28 por ciento en 2018 al 68 por ciento en 2022; en Grinnell, del 44 por ciento al 69 por ciento; y en Middlebury, del 58 por ciento al 69 por ciento, según datos que cada institución está obligada a divulgar.
La percepción de que la admisión es hipercompetitiva ha funcionado históricamente a favor de las universidades. Muchas promocionan su selectividad y se benefician de la idea de que son exclusivas. Esto también alimenta una industria de asesores privados de universidades, tutores y compañías de preparación para exámenes.
Universidad de Tulane, donde la proporción de estudiantes admitidos a través de la decisión anticipada aumentó del 28 por ciento en 2018 al 68 por ciento en 2022. Las universidades utilizan la decisión anticipada para asegurar un suministro en declive de solicitantes. Crédito: Chris Graythen/Getty Images
“Las universidades realmente quieren cultivar esta idea de que son prestigiosas y selectivas, y que deberías estar dispuesto a pagar mucho dinero por ellas,” dijo Cooper, de AEI. “Les gusta la idea de ser un bien codiciado.”
Eso puede desanimar a algunos jóvenes a postularse.
“Nos preocupa en general la percepción de que la universidad es más difícil de ingresar de lo que realmente es, y que podría limitar las aspiraciones de los estudiantes,” dijo Clinedinst de NACAC.
Sin embargo, solo 33 universidades o colleges en todo el país aceptaron al 10 por ciento o menos de las personas que aplicaron, según NACAC.
En algunas de esas, la competencia se ha vuelto aún más difícil. La Universidad Brown aceptó al 5 por ciento de los solicitantes en 2022, frente al 17 por ciento en 2002, encontró el estudio del AEI.
Pero la mayoría de las demás instituciones están siendo más fáciles de ingresar, no más difíciles, encontró Cooper.
“Si los estudiantes internalizan este mensaje, eso podría reducir algo de su ansiedad,” dijo.
Comuníquese con el escritor Jon Marcus al 212-678-7556 o [email protected].
Esta historia sobre las tasas de aceptación en la universidad fue producida por The Hechinger Report, una organización de noticias independiente y sin fines de lucro enfocada en la desigualdad y la innovación en la educación. Regístrese para recibir nuestro boletín de educación superior. Escuche nuestro podcast de educación superior.
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