Guerra en Ucrania: Nuevas armas y amenazas nucleares en una semana de cambios.

El domingo por la noche, se informó que el saliente presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había dado permiso a Ucrania para usar misiles ATACMS de mayor alcance para atacar objetivos dentro de Rusia.
El movimiento marcó un importante cambio de política por parte de Washington, que durante meses había rechazado las solicitudes de Ucrania para usar los misiles más allá de sus propias fronteras.
Después de que la decisión se filtrara a la prensa, Ucrania disparó una salva de misiles ATACMS en la región de Bryansk de Rusia.
El Kremlin dijo que se dispararon seis, con cinco interceptados, mientras que funcionarios estadounidenses anónimos afirmaron que eran ocho, con dos interceptados.
Sea como sea, este fue un momento histórico: misiles fabricados en Estados Unidos habían golpeado suelo ruso por primera vez en esta guerra.
Luego, el miércoles, Ucrania lanzó misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido a objetivos en la región de Kursk de Rusia, donde las tropas ucranianas han ocupado un parche de territorio ruso de aproximadamente 600 km cuadrados.
Más tarde en la semana, Biden agregó el último elemento de un arsenal de armas intensificado para Ucrania al aprobar el uso de minas antipersonal.
Simples, controvertidas, pero altamente efectivas, las minas terrestres son una parte crucial de la defensa de Ucrania en el frente oriental, y se espera que su uso pueda ayudar a frenar el avance de Rusia.
Con tres decisiones rápidas, en unos días sísmicos, Occidente señaló al mundo que su apoyo a Ucrania no estaba a punto de desaparecer.

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