Asia tiene la mayor prevalencia de envenenamiento por metanol en el mundo, según la base de datos de MSF.
Principalmente afecta a países más pobres: los brotes son comunes en Indonesia, India, Camboya, Vietnam y Filipinas.
Indonesia es considerada el punto caliente: ha reportado el mayor número de incidentes en las últimas dos décadas, según MSF, en gran parte debido a la amplia producción y consumo de licor adulterado.
Pueblos como Vang Vieng en Laos, donde ocurrieron los envenenamientos fatales, son paradas conocidas en la ruta de mochileros por el sudeste asiático. La economía del pueblo se basa en el turismo, con calles llenas de bares, restaurantes y hostales que atienden a los visitantes.
Pero en Laos, la aplicación de la ley es insuficiente y hay pocas regulaciones en torno a los estándares de alimentos y alcohol. También existe una industria de alcohol casero, que puede llevar a envenenamientos accidentales.
Los productores también hacen bebidas falsificadas con metanol en lugar de etanol porque es más barato, según observadores locales.
“El productor sin escrúpulos agrega metanol a sus bebidas porque es más barato: se usa para crear una bebida que parezca más fuerte o para hacer que las bebidas alcohólicas de menor calidad parezcan más potentes”, dijo un diplomático occidental en la región a la BBC.
Dijeron que los envenenamientos por metanol se informaban con frecuencia a los consulados en toda la región.
Sin embargo, la falta de datos significa que es difícil cuantificar la escala de la contaminación y dónde entran las bebidas contaminadas en la cadena de suministro.
“No creo que sean propietarios de bares malintencionados que intenten envenenar a los turistas, eso tampoco es bueno para ellos ni para su industria”, dijo el diplomático.
“Es más sobre el lado de la producción: la baja educación, la escasa regulación, la gente que busca atajos”.