La senadora Tammy Duckworth, una demócrata de Illinois y veterana de misiones de combate en Irak, dijo que tenía preocupaciones sobre Tulsi Gabbard, la elección de Trump para ser directora de inteligencia nacional.
“Creo que está comprometida”, dijo Duckworth en “State of the Union” de CNN, citando el viaje de Gabbard a Siria en 2017, donde mantuvo conversaciones con el presidente sirio Bashar Assad. Gabbard era miembro de la Cámara de Representantes por Hawái en ese momento.
“La comunidad de inteligencia de EE. UU. la ha identificado como alguien que tiene relaciones problemáticas con los enemigos de América. Y mi preocupación es que no podría pasar una verificación de antecedentes”, dijo Duckworth.
Gabbard, quien dijo el mes pasado que se unirá al Partido Republicano, ha servido en la Guardia Nacional del Ejército durante más de dos décadas. Fue desplegada en Irak y Kuwait y, según la Guardia Nacional de Hawái, recibió una Insignia Médica de Combate en 2005 por “participar en operaciones de combate bajo fuego hostil enemigo en apoyo de la Operación Libertad Iraquí III”.
Los comentarios de Duckworth recibieron una inmediata reacción negativa de los republicanos.
“Decir palabras ridículas y peligrosas como esas es incorrecto”, dijo el senador Markwayne Mullin, republicano de Oklahoma, en CNN, desafiando a Duckworth a retractarse de sus palabras. “Eso es lo más peligroso que podría decir: que una teniente coronel del Ejército de Estados Unidos está comprometida y es un activo de Rusia”.
En los últimos días, otros demócratas han acusado a Gabbard sin pruebas de ser un “activo ruso”. La senadora Elizabeth Warren, demócrata de Massachusetts, ha afirmado, sin ofrecer detalles, que Gabbard está en el bolsillo del presidente ruso Vladimir Putin.
Mullin y otros dicen que las críticas de los demócratas se basan en el hecho de que Gabbard abandonó su partido y se ha convertido en aliada de Trump. Los demócratas dicen que les preocupa que la selección de Gabbard como jefa de inteligencia nacional ponga en peligro los lazos con los aliados y le dé una victoria a Rusia.
El representante Adam Schiff, demócrata de California recién elegido para el Senado, dijo que no describiría a Gabbard como un activo ruso, pero dijo que tenía “juicio muy cuestionable”.
“El problema es que si nuestros aliados extranjeros no confían en el jefe de nuestras agencias de inteligencia, dejarán de compartir información con nosotros”, dijo Schiff en “Meet the Press” de NBC.
En 2022, Gabbard respaldó una de las justificaciones de Rusia para invadir Ucrania: la existencia de docenas de laboratorios biológicos financiados por EE. UU. trabajando en algunos de los patógenos más peligrosos del mundo. Los laboratorios forman parte de un esfuerzo internacional para controlar brotes y detener armas biológicas, pero Moscú afirmó que Ucrania los estaba utilizando para crear armas biológicas mortales. Gabbard dijo que solo expresó preocupaciones sobre la protección de los laboratorios.
Gabbard también ha sugerido que Rusia tenía preocupaciones de seguridad legítimas al decidir invadir Ucrania, dada su intención de unirse a la OTAN.
El senador republicano Eric Schmitt de Missouri dijo que le parecía “totalmente ridículo” que se retratara a Gabbard como un activo ruso por tener opiniones políticas diferentes.
“Es insultante. Es una difamación, francamente. No hay evidencia de que sea un activo de otro país”, dijo en NBC.
El senador James Lankford, otro republicano de Oklahoma, reconoció tener “muchas preguntas” para Gabbard mientras el Senado considera su nominación para liderar los servicios de inteligencia. Lankford dijo en NBC que quiere preguntarle a Gabbard sobre su reunión con Assad y algunos de sus comentarios pasados sobre Rusia.