Fue reconocida por su tenacidad y talento organizativo como líder de la Liga Juvenil de Swapo, que se convirtió en un trampolín para su carrera política, que ha incluido roles ministeriales en asuntos exteriores, turismo, bienestar infantil e información. Ha acumulado una gran cantidad de conocimientos y experiencia que podrían serle útiles si llega al asiento del conductor. “Ella parece tan sabia y dulce y amable, incluso en la forma en que trata de decir todo de manera que incluso alguien como yo entenderá”, dijo Laimi, un votante potencial, a la BBC en la capital, Windhoek. “Itula es como una nueva pieza de joyería con sus gafas, su traje elegante y su caminar seguro, pero tal vez te ciegue con su brillo”, dijo su amiga María. Ambos son adultos jóvenes que no han podido encontrar trabajo. Itula, un dentista entrenado de 67 años, fue en su momento un destacado miembro de Swapo pero fue expulsado del partido en 2020 después de postularse como candidato independiente contra el presidente Hage Geingob en las elecciones de 2019. También había sido líder juvenil y pasó algún tiempo en prisión antes de exiliarse en el Reino Unido a principios de la década de 1980. Regresó a Namibia en 2013. Seis años después, entró carismáticamente en primera fila de la política namibia, desafiando a Geingob en las elecciones presidenciales después de decir que el proceso de Swapo para elegir a su candidato era defectuoso. La intervención de Itula en esa elección llevó a Swapo a obtener su menor porcentaje – 56% – en la elección presidencial y también a perder su mayoría de dos tercios en el parlamento. Como alguien que tuvo una vida profesional fuera de la política, tiene un atractivo para el 50% de los 1,5 millones de votantes que tienen menos de 35 años, muchos de los cuales quieren un cambio económico, un trabajo o un impulso medible a sus ingresos. Su estilo audaz y a veces descarado, rechazando la retórica política más sobria de Nandi-Ndaitwah, lo ha visto ganar apoyo entre los empresarios y la creciente intelectualidad urbana. Pero mientras Itula es rápido y elocuente, la vicepresidenta elige sus palabras sabiamente y habla lentamente y deliberadamente.
