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El número de candidatos que completan los exámenes de analista financiero certificado está en declive obstinado a medida que la demanda disminuye para una calificación que alguna vez se consideró esencial para la profesión.
Los resultados más recientes disponibles del Instituto CFA, que supervisa los exámenes, muestran que 116,727 personas se presentaron a los tres niveles del examen en los primeros ocho meses del año, una disminución de 2,735 con respecto al mismo período en 2023.
El año pasado hubo 163,000 inscripciones para el examen, un 40 por ciento menos que el pico de 270,456 en 2019.
Margaret Franklin, directora ejecutiva del Instituto CFA, que supervisa la calificación, dijo que una desaceleración en el crecimiento de China era en parte responsable.
Los candidatos chinos e indios han aumentado en número en la última década a medida que los graduados en el extranjero buscan calificaciones internacionales de inversión que podrían llevar a trabajos con empresas de inversión estadounidenses y europeas. Las inscripciones para el examen en la India se han duplicado desde 2014, llegando a 31,600.
La tasa de crecimiento de China “ha disminuido, pero era hiperbólica antes de eso”, dijo al Financial Times, agregando que “el programa CFA sigue siendo muy respetado” en el país.
Los candidatos de la India han tomado parte del relevo, aunque se espera que el crecimiento desde este país del sur se modere.
La pandemia afectó negativamente el número de personas que intentan calificar, especialmente entre aquellos bajo el estricto régimen de confinamiento en China. El Instituto CFA ha cambiado a los exámenes en línea, pero el nuevo sistema tomó tiempo para establecerse.
Después de una fuerte caída en las inscripciones durante la pandemia, los números de resultados de los exámenes no han mostrado recuperación. Las tasas de aprobación en general se han recuperado al 46 por ciento, después de haber caído al 22 por ciento en 2021.
Lo que importa para los candidatos es si el CFA hace la diferencia en el ámbito laboral, algunos de los cuales lo ven como útil pero no necesario.
“No vas a contratar o no contratar a alguien en función de tener un CFA”, dijo Elise Badoy, jefa de investigación de renta variable de Emea en Citi. Sin embargo, dijo que la calificación “ayuda a los analistas más jóvenes”, y que durante los primeros tres o cuatro años de su carrera “definitivamente es algo positivo”.
La desaceleración llega en un momento en que los cambios estructurales en la industria de gestión de activos, como el cambio hacia la inversión pasiva y el capital privado, amenazan la relevancia de poseer un CFA.
El Instituto CFA ha introducido nuevos productos como certificaciones de inversión en áreas como ESG y cambio climático. Los candidatos ahora pueden centrarse en áreas del curso distintas al manejo general de carteras, como los mercados privados y la gestión de patrimonios. Los estudios de caso dentro del examen incluyen el sector de las criptomonedas.
“Estamos diversificando, tratando de encontrar las cosas que satisfacen las necesidades de las personas en todas las etapas de su carrera”, dijo Franklin.
Para alentar a más solicitantes, los candidatos para el examen de Nivel I del CFA ahora pueden estar hasta dos años alejados de completar su licenciatura, en comparación con un año anteriormente. Franklin cree que el CFA ofrece una calificación “más meritocrática, menos selectiva” que un MBA más costoso de las universidades.
Aunque cree que lo peor del efecto de la pandemia ha pasado, la organización ha tenido que adaptarse a la desaceleración.
“¿Creo que vamos a tener el mismo crecimiento hiperbólico? No. El hipercrecimiento en el negocio ya no está ahí”.
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