“He was an intellectual, a thinker, a democrat,” Paiva said. “He believed in freedom of expression and democracy. That’s why they came for him.”
The film I’m Still Here is a powerful reminder of the dark days of Brazil’s military dictatorship and the lingering effects it has had on the country. The fact that the accusations against Bolsonaro and his allies are so reminiscent of the actions of the dictatorship only underscores the importance of remembering this history and seeking justice for those who suffered.
As Paiva said, until there is accountability for the crimes of the past, democracy will always be at risk. The film serves as a poignant reminder of the need to confront and address the injustices of the past in order to ensure a better future for Brazil.” “Incluso así, fue arrebatado de su hogar y, al día siguiente, golpeado hasta la muerte.
La desaparición de Paiva rompe la dicha doméstica que se muestra en los primeros momentos de la película y prepara el escenario para un drama que es profundamente brasileño y universalmente inquietante.
La banda sonora de la película presenta canciones de legendarios compositores, varios de los cuales fueron encarcelados o forzados al exilio por la dictadura, como Tom Zé y Caetano Veloso. Pero la desgarradora representación de una familia destruida por los caprichos ideológicos de un régimen autoritario evoca tragedias similares que continúan desarrollándose, desde Pekín hasta Caracas. ‘Lo que sucede en China, sucede en Ucrania. Está sucediendo ahora en Venezuela. Sucede en todas partes’, dijo Paiva.
La actriz Fernanda Torres en una escena de la película I’m Still Here, dirigida por Walter Salles. Fotografía: AP
Después de la desaparición forzada de Rubens Paiva, su esposa -interpretada por la actriz y escritora Fernanda Torres- toma el centro del escenario, luchando por proteger a sus hijos del horror que ha ocurrido mientras busca respuestas sobre un esposo del que no puede lamentarse. La conmovedora interpretación de Torres del dilema de Eunice ha provocado llamados para que se le otorgue el Oscar a la mejor actriz en 2025.
Paiva pensaba que el éxito de la película se explicaba en parte por la sed de información sobre la dictadura por parte de los jóvenes brasileños nacidos después del retorno de la democracia. Recordó haber presenciado escenas similares en Alemania a principios de los años 90, cuando las audiencias llenaban los cines para ver La Lista de Schindler de Steven Spielberg. ‘Mis amigos [alemanes] me decían: ‘Mis padres no hablaban de esto. Mis abuelos no hablaban de esto’. Era una generación que estaba descubriendo lo que había sucedido en su país’.
Paiva cree que la reelección de Donald Trump -quien ha prometido ser un dictador el ‘día uno’ de su presidencia- hizo que la película brasileña fuera aún más relevante. ‘Creo que la gente tiene miedo. Ahora aún más con Trump’, dijo. ‘El mundo se ha convertido en algo que [pensábamos] ya habíamos dejado atrás’.