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Por Suleiman Al-Khalidi y Timour Azhari
AMÁN/BEIRUT (Reuters) – Los rebeldes sirios anunciaron que obtuvieron el control total sobre la ciudad clave de Homs temprano el domingo después de solo un día de combates, dejando el gobierno del presidente Bashar al-Assad tambaleando en un hilo mientras los insurgentes avanzaban hacia la capital, Damasco.
Miles de residentes de Homs salieron a las calles después de que el ejército se retirara de la ciudad central, bailando y cantando “Assad se ha ido, ¡Homs es libre!” y “¡Viva Siria y abajo Bashar al-Assad!”.
Los rebeldes dispararon al aire en celebración, y los jóvenes arrancaron carteles del presidente sirio, cuyo control territorial se ha desmoronado en una vertiginosa retirada de una semana por parte del ejército.
La caída de Homs otorga a los insurgentes el control sobre el corazón estratégico de Siria y un importante cruce de carreteras, separando a Damasco de la región costera que es el bastión de la secta alauita de Assad y donde sus aliados rusos tienen una base naval y una base aérea.
La captura de Homs también es un poderoso símbolo del dramático regreso del movimiento rebelde en el conflicto de 13 años. Grandes partes de Homs fueron destruidas por la extenuante guerra de asedio entre los rebeldes y el ejército hace años. La lucha desgastó a los insurgentes, que fueron expulsados.
El comandante de Hayat Tahrir al-Sham, Abu Mohammed al-Golani, el principal líder rebelde, calificó la captura de Homs como un momento histórico y instó a los combatientes a no dañar “aquellos que deponen las armas”.
Los rebeldes liberaron a miles de detenidos de la prisión de la ciudad. Las fuerzas de seguridad se marcharon apresuradamente después de quemar sus documentos.
La batalla por el control del país probablemente se centrará rápidamente en la capital. Residentes de numerosos distritos de Damasco salieron a protestar contra Assad el sábado por la noche, y las fuerzas de seguridad no estaban dispuestas o no pudieron reprimirlos.
El comandante rebelde sirio Hassan Abdul Ghani dijo en un comunicado temprano el domingo que las operaciones estaban en curso para “liberar completamente” el campo alrededor de Damasco y las fuerzas rebeldes se dirigían hacia la capital.
En un suburbio, una estatua del padre de Assad, el fallecido presidente Hafez al-Assad, fue derribada y destrozada.
El ejército sirio dijo que se estaba reforzando alrededor de Damasco, y la televisión estatal informó el sábado que Assad permanecía en la ciudad.
En las afueras de la ciudad, los rebeldes avanzaron por todo el suroeste en 24 horas y establecieron el control.
AMENAZA EXISTENCIAL PARA EL GOBIERNO DE ASSAD
La caída de Homs y la amenaza para la capital representan un peligro existencial inmediato para los cinco décadas de reinado de la dinastía de Assad sobre Siria y la continua influencia allí de su principal aliado regional, Irán.
Funcionarios extranjeros dijeron que el gobierno podría estar al borde del colapso. Un funcionario estadounidense puso el plazo en cinco a 10 días, mientras que otro dijo que Assad podría ser derrocado en la próxima semana.
El ritmo de los acontecimientos ha sorprendido a las capitales árabes y ha generado temores de una nueva ola de inestabilidad regional.
Catar, Arabia Saudita, Jordania, Egipto, Irak, Irán, Turquía y Rusia emitieron un comunicado conjunto diciendo que la crisis era un desarrollo peligroso y que pedían una solución política.
Pero no hubo indicación de que estuvieran de acuerdo en ningún paso concreto, con la situación dentro de Siria cambiando hora tras hora.
La guerra civil de Siria, que estalló en 2011 como un levantamiento contra el gobierno de Assad, atrajo a grandes potencias exteriores, creó espacio para que los militantes yihadistas planearan ataques en todo el mundo y envió a millones de refugiados a países vecinos.
Hayat Tahrir al-Sham, el grupo rebelde más fuerte, es el antiguo afiliado de al Qaeda en Siria considerado por Estados Unidos y otros como una organización terrorista, y muchos sirios siguen temiendo que imponga un gobierno islamista draconiano.
Golani ha tratado de tranquilizar a las minorías de que no interferirá con ellas y a la comunidad internacional de que se opone a los ataques islamistas en el extranjero. En Alepo, que los rebeldes capturaron hace una semana, no ha habido informes de represalias.
Cuando se le preguntó el sábado si creía en Golani, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, respondió: “La prueba del pudín está en el comerlo”.
PAPEL DE LOS ALIADOS EN APOYO A ASSAD
Assad ha dependido durante mucho tiempo de aliados para sofocar a los rebeldes. Los aviones de guerra rusos llevaron a cabo bombardeos mientras que Irán envió fuerzas aliadas incluidas las milicias libanesas de Hezbollah y la milicia iraquí para reforzar al ejército sirio y asaltar los bastiones insurgentes.
Pero Rusia se ha centrado en la guerra en Ucrania desde 2022 y Hezbollah ha sufrido grandes pérdidas en su propia extenuante guerra con Israel, limitando significativamente su capacidad o la de Irán para apoyar a Assad.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha dicho que Estados Unidos no debería involucrarse en el conflicto y debería “dejar que se resuelva”.
Rusia tiene una base naval y una base aérea en Siria que no solo han sido importantes para su apoyo a Assad, sino también para su capacidad de proyectar influencia en el Mediterráneo y África.
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