NAIROBI, Kenia (AP) – La policía en Kenia lanzó bombas de gas lacrimógeno el martes a cientos de manifestantes contra la violencia de género, o el femicidio, en la capital, Nairobi, y arrestó a un número desconocido de personas.
Los manifestantes que coreaban “Detengan el femicidio” fueron dispersados por la policía en un parque público donde se habían reunido y luego se enfrentaron en batallas callejeras. Varios manifestantes resultaron heridos en la confrontación del martes.
Una activista, Mwikali Mueni, le dijo a The Associated Press que sufrió una lesión en el cuello por parte de policías uniformados y se dirigía al hospital.
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“Es muy triste que haya sido herida mientras abogaba para que las mujeres no fueran heridas o asesinadas. Si el presidente está realmente comprometido con poner fin al femicidio, que comience por tomar medidas contra los oficiales que nos han brutalizado hoy”, dijo.
Kenia tiene una epidemia silenciosa de violencia de género. La policía en octubre dijo que 97 mujeres habían sido asesinadas desde agosto, la mayoría por sus parejas masculinas.
El mes pasado, el presidente William Ruto comprometió más de $700,000 para una campaña para poner fin al femicidio después de reunirse con líderes electas mujeres.
Un informe de la ONU lanzado en noviembre para marcar el inicio de una campaña global de 16 días dijo que África registró la tasa más alta de femicidios relacionados con parejas en 2023.
Ha habido una serie de protestas contra el femicidio en Kenia y el 25 de noviembre, durante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la policía usó gas lacrimógeno para dispersar a un puñado de manifestantes que desafiaron el mal tiempo.
Kenia fue uno de los varios países africanos elegidos para el consejo de derechos humanos de la ONU el 9 de octubre.
La represión policial a los manifestantes el martes durante el Día de los Derechos Humanos ha sido criticada por activistas.
“¿Por qué nos están golpeando y lanzando gas lacrimógeno, si somos pacíficos? Seguiremos saliendo a las calles hasta el día en que las mujeres dejen de ser asesinadas como animales”, dijo la activista Mariam Chande a los periodistas.
Los activistas cuestionaron cómo las agencias de aplicación de la ley han manejado los casos de femicidio, protestando por la fuga de celdas policiales de un sospechoso que confesó haber matado a 42 mujeres después de que se encontraran cuerpos desmembrados metidos en sacos de plástico y arrojados en una cantera inundada.
“No es justo que no podamos dormir bien. Desapareces, vuelves en un saco”, dijo una manifestante que solo se presentó como Phoebe.