But it wasn’t meant to be. It’s funny, life. You think you’re going in one direction and then you’re not. And it’s heartbreaking. But it’s also life. And you get on with it. And then you make a film about it, and you have to relive it all over again.â
Williams’s openness about his struggles with fame, relationships, and mental health is refreshing, especially in a world where celebrities often present only their carefully curated personas. Better Man promises to be a candid and unfiltered look at the highs and lows of Robbie Williams’s life, with a touch of whimsy thanks to the CGI chimp gimmick. Whether audiences will embrace this unconventional approach remains to be seen, but one thing is for sure: Robbie Williams will always be the performing monkey, ready to entertain and provoke thought in equal measure.
Williams has been the subject of rumors surrounding his sexuality throughout his career, but he addresses them playfully in the film. However, it’s a topic that he finds complicated. En 2004, un periódico sensacionalista publicó una entrevista con el supuesto “amante secreto gay” de Williams, sugiriendo que Williams estaba engañando al público al afirmar tener relaciones sexuales con mujeres para encubrir sus “encuentros homosexuales sórdidos con desconocidos”. Un año después, demandó al periódico por difamación y ganó una indemnización sustancial y una disculpa.
“¿Sabes qué? ¿Eres heterosexual o gay?” me pregunta. Le digo que soy gay. “De acuerdo, te preguntaré esto: Hay una portada de un periódico que es leída por millones y una mujer ha dicho que le has practicado sexo oral en un canal. ¿Tú, como persona gay, demandarías al periódico?” Le digo que no demandaría, pero estaría molesto porque no es verdad. “Estaba molesto”, dice. “Estaba más triste. No por las acusaciones de ser gay, porque mira, he hecho de todo menos chupar una polla. Sinceramente, nunca has conocido a alguien que quiera ser gay tanto como yo.” Luego disipa cualquier rumor restante con una analogía futbolística. “Soy fan del Port Vale y es como si alguien dijera ‘bueno, eres fan del Liverpool'”, dice volteándose hacia Gracey. “Y yo digo ‘no, no soy fan del Liverpool’. Cuando alguien dice que eres fan del Liverpool cien veces es como ‘¡no soy un maldito fan del Liverpool, ¿por qué la gente piensa que soy fan del Liverpool?!’.”
Más tarde, luciendo genuinamente preocupado, vuelve a sacar el tema. “Quieres ser un aliado al mismo tiempo que proteges tu propia autenticidad y tu propia vida”, dice. “Además, si quiero chupar una polla, chuparé una polla. ¿Quién va a detenerme? ¿Mi esposa? ¡La barba!”
Williams ha pasado dos libros (Feel de 2004 y Reveal de 2017), la serie documental de Netflix de cuatro partes del año pasado y una buena cantidad de terapia reflexionando sobre la interacción entre su vida y la fama. Desde que se casó con Field en 2010 y empezó una familia, la forma en que se acerca a ello ha cambiado. “Ahora digo ‘papá va a trabajar'”, dice. “Antes no era un trabajo. Era algo que se suponía que debía ser mágico y cuando llegué a la cima de la montaña todo lo que había era una crisis existencial. Pero desde que [Theodora] llegó, he madurado, y uno de los grandes [cambios] es, es un trabajo.”
Ha dejado de “intentar ser Liam Gallagher” y se siente cómodo siendo “más como Val Doonican”. Un mono actuante, seguro, pero un gran mono. Tampoco le importa si llamarlo un trabajo lo hace parecer un poco poco romántico, o poco rock ‘n’ roll. “La gente dice ‘cómo te atreves a llamarlo un trabajo, todo lo que haces es X, Y y Z’, pero solo porque tu trabajo sea una mierda no significa que mi trabajo tenga que ser una mierda.”
Sonríe con una gran y gloriosamente obnoxia sonrisa de Robbie Williams. “Este es mi trabajo, y me encanta.”
“Better Man” se estrena en el Reino Unido el 26 de diciembre. La banda sonora se lanzará digitalmente el 27 de diciembre. Robbie Williams realizará una gira por el Reino Unido, Irlanda y Europa el próximo verano.