Cómo enfrentar el shock del cambio como un nuevo empleado

Abordando el Shock del Cambio

Imagina comenzar en tu nuevo trabajo, sintiéndote tan preparado como puedes estar, pero cuando comienzas a trabajar, de repente no es como lo planeaste; las tareas son más complicadas de lo que pensabas, tus compañeros de trabajo ya tienen sus propios grupos, y te quedas confundido. A esto se le llama shock del cambio. Es la sensación de sorpresa negativa que experimentas cuando tu nuevo trabajo no coincide exactamente con lo que imaginabas. El shock del cambio puede ocurrir si la descripción del trabajo era completamente diferente o si tu jefe no está en ningún lado. ¿Pero cómo sabes que estás lidiando con el shock del cambio?

El primer signo es sentirte despreparado. Pensabas que sabías cómo hacer este trabajo, pero de repente te presentan software complicado y responsabilidades. Otro signo es sentirte abrumado por tareas interminables. Incluso puedes experimentar desilusión, como un ambiente de trabajo negativo, aunque se anunció como algo completamente diferente.

Puedes pensar que algo así se puede superar fácilmente, pero no es exactamente así. Ignorar el shock del cambio puede no perjudicarte inmediatamente, pero puede pasar factura a tu salud mental con el tiempo. Tiene el potencial de socavar tu confianza y hacerte dudar de tu desempeño o competencia. El shock del cambio es frustrante, pero también es manejable. La clave es reconocer los signos temprano y tomar medidas antes de que se convierta en una crisis profesional. Así que comencemos a explorar cómo puedes combatirlo y encontrar tu paz mental.

¿Qué Causa el Shock del Cambio?
Falta de Comunicación Sobre Expectativas

La descripción del trabajo está diseñada para atraerte, y generalmente está llena de promesas sobre el ambiente del equipo y las oportunidades. Pero desafortunadamente, la realidad podría ser diferente, como tus deberes reales y la descripción del trabajo siendo completamente distintos. Pero ¿por qué sucede esto? A veces las empresas exageran las publicaciones de trabajo para atraer a los candidatos adecuados. O tal vez el rol realmente cambió desde que se escribió la descripción. Las expectativas desalineadas no significan que hayas tomado la decisión equivocada. No estás en lo incorrecto por sentirte frustrado, pero debes abordar esto de inmediato.

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Adaptación a la Cultura de la Empresa

Hablemos sobre la adaptación a la cultura laboral, que básicamente implica tratar de encajar en un nuevo ambiente de trabajo. Tal vez tus nuevos colegas ya hayan formado amistades y comparten bromas internas, haciéndote sentir incómodo. O todos están vestidos de manera informal, y tú has llegado con un atuendo de negocios. Incluso es posible que tus compañeros estén completando sus tareas rápidamente, y tú todavía estás descubriendo cómo usar herramientas y software. Adaptarse a una nueva cultura laboral es difícil, y aunque llevará tiempo comprenderlo, a continuación encontrarás formas de acelerar el proceso y sentirte más cómodo lo antes posible.

Brechas de Habilidades

Nadie comienza un nuevo trabajo sabiendo todo. Puedes ingresar a un nuevo trabajo y descubrir que las tareas que se te exigen realizar no se alinean con tus habilidades. No te preocupes. Las empresas te contratan por tu potencial, no porque seas un experto. Entonces, si te sientes poco preparado, recuérdate a ti mismo que todos fueron principiantes alguna vez. Las brechas de habilidades son normales porque, como mencionamos, a veces las descripciones de trabajo exageran. Y la mayoría de los lugares de trabajo saben que necesitarás tiempo para aprender. Nadie espera que domines cada herramienta y proceso durante la primera semana.

Sobrecarga de Información

Al comenzar un nuevo trabajo, se espera que aprendas mucho en un corto período de tiempo. Necesitas memorizar contraseñas, capacitarte en procesos, aprender sobre políticas, operar nuevas herramientas y conocer a tus nuevos compañeros. Y si las personas responsables de tu entrenamiento no te permiten procesar las cosas a tu propio ritmo porque se mueven demasiado rápido, es posible que sientas que tu cerebro está sobrecargado de información. Sin embargo, eso no significa que seas incapaz. Simplemente significa que tu nuevo lugar de trabajo te está dando más de lo que puedes manejar.

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Síndrome del Impostor

El síndrome del impostor es la sensación de duda sobre uno mismo donde podrías sentirte como un fraude en cuanto a tus habilidades o logros. Incluso cuando hay evidencia sólida que muestra lo capaz que realmente eres, esas dudas aún pueden estar presentes, y es más común de lo que crees, especialmente en empleados nuevos. Esto se debe al estrés asociado con comenzar en un nuevo rol, lo que te hace cuestionar cada movimiento en el trabajo. Por lo tanto, comienzas a sentirte abrumado y completamente despreparado para lo que solicitaste.

5 Estrategias Para Superar el Problema
1. Mentalidad de Crecimiento

Para combatir el shock del cambio, primero debes cambiar tu mentalidad. Deja de creer que debes ser perfecto en tu trabajo. No se supone que hagas eso; se supone que debes aprender primero. En lugar de preocuparte, concéntrate en el progreso y celebra incluso las pequeñas cosas, como usar software sin ayuda o resolver un problema por tu cuenta. Incluso si cometes errores, está bien. Aprenderás de ellos y mejorarás. Entonces, deja de estresarte por hacer todo de manera impecable y apunta a hacer crecer tus habilidades lo más posible.

2. Comunicación Abierta

Para evitar la confusión y la frustración al asumir nuevas responsabilidades, comunícate tanto como puedas. Haz preguntas si las tienes, ya sea sobre la etiqueta de correo electrónico de la empresa o cuándo tomar tu descanso. Además, comienza a comunicarte con tus compañeros. Si eres tímido, comienza poco a poco saludándolos. Lo mismo vale para tus supervisores. Háblales frecuentemente sobre tus inquietudes, y no tengas miedo de pedir ayuda. Muestra que te importa hacer un buen trabajo, y es posible que incluso te elogien por ello.

3. Metas Realistas

Debes ser amable contigo mismo cuando comiences en un nuevo lugar de trabajo y establecer metas realistas con respecto a tu progreso. Por ejemplo, si tienes tareas grandes que te abruman, divídelas en tareas más pequeñas o pasos. Además, priorízalas. No todas las asignaciones son urgentes, así que haz una lista de tareas y concéntrate en lo que es importante. No tiene sentido tratar de ser un sobresaliente desde el principio; eso te agotará rápidamente.

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4. Sistema de Apoyo

Intentar combatir el shock del cambio por tu cuenta no es lo ideal. Necesitas tener un sistema de apoyo que incluya compañeros, amigos y familiares. Por ejemplo, puedes encontrar mentores en el trabajo. Estas personas tienen experiencia y pueden salvarte del estrés. Son las personas adecuadas para que les hagas preguntas y obtengas ayuda. También puedes conectarte con otros empleados nuevos para desahogarte y compartir experiencias. Y no olvides lo importante que es compartir la carga con tus seres queridos, ya que pueden aportar una perspectiva fresca, viendo todo desde afuera.

5. Recursos de Integración

No olvides los recursos de integración que tu empresa te ofrece. Los programas de entrenamiento y talleres realmente pueden ayudarte a navegar por los aspectos difíciles de un nuevo rol, así que asegúrate de participar, hacer preguntas y participar activamente. Luego, los manuales de la empresa, preguntas frecuentes y herramientas internas también son recursos útiles durante la integración. Guárdalos y consulta si tienes preguntas o enfrentas un problema.

Conclusión

El shock del cambio puede sentirse abrumador al principio, pero es importante recordar que es completamente normal, ya que mucha gente lo experimenta al comenzar un nuevo trabajo. La buena noticia es que es manejable si lo abordas con la ayuda de las estrategias anteriores. Elige las que resuenen contigo y pruébalas lo antes posible. Ya sea programar una reunión rápida con un colega o tomar tiempo para organizar tus tareas, las pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia para hacer esta transición más fácil para ti.

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