Un estudio sobre las tasas de criminalidad de los inmigrantes, tanto los documentados como los indocumentados, fue publicado en septiembre de 2024. Encontró que los inmigrantes indocumentados tenían las tasas de criminalidad más bajas, en comparación con los ciudadanos nacidos en el país y los inmigrantes documentados.
Esto contradice directamente la afirmación actual de los republicanos de que los inmigrantes indocumentados son responsables de crímenes violentos.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional de Justicia, que forma parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
12 de septiembre de 2024
Un estudio financiado por el NIJ que examinó datos del Departamento de Seguridad Pública de Texas estimó la tasa a la que los inmigrantes indocumentados son arrestados por cometer crímenes. El estudio encontró que los inmigrantes indocumentados son arrestados a menos de la mitad de la tasa de los ciudadanos nacidos en EE. UU. por crímenes violentos y de drogas, y a una cuarta parte de la tasa de los ciudadanos nacidos en el país por crímenes contra la propiedad.
La pregunta de cuán a menudo los inmigrantes indocumentados cometen crímenes no es fácil de responder. La mayoría de las investigaciones anteriores sobre la comisión de delitos por parte de poblaciones inmigrantes no han podido diferenciar entre inmigrantes indocumentados e inmigrantes documentados. Como resultado, la mayoría de los estudios tratan a todos los inmigrantes como un grupo uniforme, independientemente de si se encuentran en el país legalmente.
Las estimaciones en este estudio provienen de registros criminales de Texas que incluyen el estatus migratorio de todas las personas arrestadas en el estado de 2012 a 2018. Estos datos permitieron a los investigadores separar los arrestos por crímenes cometidos por inmigrantes indocumentados de los cometidos por inmigrantes documentados y ciudadanos nacidos en EE. UU. (Para obtener más detalles sobre las fuentes de datos y la metodología del estudio, consulte el cuadro lateral “¿Qué hace que los datos de Texas sean únicos?”).
Los investigadores rastrearon las tasas de arresto de estos tres grupos a lo largo de siete años (2012-2018) y examinaron tipos específicos de crímenes, incluidos homicidios y otros crímenes violentos. Utilizaron estas tasas de arresto como indicadores de las tasas de comisión de delitos de los tres grupos. Cabe señalar que el arresto es una medida común, pero imperfecta, de los delitos que en parte refleja la actividad policial en lugar de las tasas reales de delitos.
Durante este tiempo, los inmigrantes indocumentados tuvieron las tasas de delincuencia más bajas en general tanto para el total de delitos graves (ver exhibición 1) como para los delitos graves violentos (ver exhibición 2) en comparación con otros grupos. Los ciudadanos nacidos en EE. UU. tuvieron las tasas de delincuencia más altas en general para la mayoría de los tipos de crímenes, mientras que los inmigrantes documentados generalmente se encontraban entre los otros dos grupos.
Exhibición 1. Tasas de delincuencia grave total en Texas para ciudadanos nacidos en EE. UU., inmigrantes documentados e inmigrantes indocumentados
(Ver imagen más grande.)
Exhibición 2. Tasas de delincuencia grave violenta en Texas para ciudadanos nacidos en EE. UU., inmigrantes documentados e inmigrantes indocumentados
(Ver imagen más grande.)
Los investigadores también analizaron específicamente las tendencias de arresto por homicidio. Estas tasas tienden a fluctuar más que las tasas de arresto por crímenes violentos en general porque los asesinatos son relativamente raros en comparación con otros delitos. Además, una gran parte de los homicidios quedan sin resolver. Aun así, los inmigrantes indocumentados tuvieron las tasas de arresto por homicidio más bajas durante todo el período de estudio, promediando menos de la mitad de la tasa a la que fueron arrestados los ciudadanos nacidos en EE. UU. por homicidio. (La tasa de homicidios para inmigrantes documentados fluctuó. A veces era más alta que la tasa para ciudadanos nacidos en EE. UU. y a veces era más baja.)
Cada otro tipo de crimen violento y contra la propiedad que examinaron los investigadores siguió el mismo patrón general. Las tasas de delitos de los inmigrantes indocumentados fueron consistentemente más bajas que las de los ciudadanos nacidos en EE. UU. e inmigrantes documentados para agresiones, agresiones sexuales, robos, allanamientos de morada, hurtos y incendios provocados.
Para los delitos relacionados con drogas, también, los inmigrantes indocumentados tenían menos de la mitad de probabilidades de ser arrestados que los ciudadanos nacidos en EE. UU. Además, la tasa de arrestos por delitos de drogas para la población indocumentada se mantuvo estable durante los siete años de datos, mientras que la tasa para los ciudadanos nacidos en EE. UU. aumentó casi un 30% durante ese tiempo. Como resultado, los inmigrantes indocumentados tenían una menor proporción de arrestos por delitos de drogas en 2018 que en 2012.
Finalmente, los investigadores realizaron pruebas estadísticas para determinar si la proporción de delitos cometidos por inmigrantes indocumentados había aumentado para algún tipo de delito entre 2012 y 2018. Concluyeron: “No hay evidencia de que la prevalencia de los delitos cometidos por inmigrantes indocumentados haya aumentado para ninguna categoría”. Al igual que con los delitos relacionados con drogas, la evidencia sugiere que la proporción de delitos contra la propiedad y de tráfico cometidos por inmigrantes indocumentados disminuyó o se mantuvo cerca de constante a lo largo del período.
Sobre Este Artículo
El trabajo descrito en este artículo fue apoyado por la subvención del NIJ número 2019-R2-CX-0058, otorgada a la Universidad de Wisconsin.
Este artículo se basa en el informe del beneficiario, “Inmigración no autorizada, crimen y reincidencia: evidencia de Texas” (pdf, 78 páginas), de Michael T. Light.