Los fiscales mexicanos dijeron que había sido arrestado por cargos de asesinato y crimen organizado que datan de su tiempo como uno de los narcotraficantes más poderosos de México. Cárdenas Guillén hizo su carrera criminal en el cártel de drogas del Golfo en la década de los 90, reportadamente no dudaba en hacer matar a sus aliados para subir a la cima, una práctica que le valió el apodo de “Mata Amigos”. Pero por lo que se hizo famoso fue por reclutar miembros de las fuerzas especiales de élite de México y utilizarlos como sicarios y matones para el cártel del Golfo. Los agentes de la ley convertidos en asesinos a sueldo se hicieron conocidos como Los Zetas. Los métodos brutales que utilizaban, como decapitar y desmembrar a sus víctimas, rápidamente sembraron el terror en la parte noreste de México, que era su bastión. A principios de los años 2000, Cárdenas Guillén era uno de los hombres más buscados de México. Las fuerzas de seguridad mexicanas lograron detenerlo en su estado natal de Tamaulipas en 2003 después de un sangriento tiroteo. Conscientes del poder que el líder de la pandilla tenía en la zona, las fuerzas de seguridad lo llevaron rápidamente a la capital, Ciudad de México, donde fue puesto en detención preventiva. En 2007, fue extraditado a los Estados Unidos. Allí, fue acusado no solo de traficar toneladas de cocaína a los Estados Unidos, sino también de amenazar con agredir y asesinar a agentes federales. Se declaró culpable en 2010 y fue condenado a 25 años de cárcel. Después de cumplir una gran parte de su condena, fue liberado en agosto de 2024 de la prisión federal en Terre Haute, Idaho, y entregado a la Oficina de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos. Esto allanó el camino para su deportación a México el lunes. Los fiscales mexicanos dijeron que había siete casos federales aún abiertos contra Cárdenas Guillén y que podría ser condenado a un total de más de 700 años de prisión si es encontrado culpable de todos los cargos.
