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Quizás sea poético que a lo largo de este año, el 30 aniversario de PlayStation, los desarrolladores hayan encontrado una veta tan rica de horror en los gráficos 3D tempranos. Crow Country, Fear the Spotlight y ahora Mouthwashing hacen un uso aterrador de personajes de baja poligonización, texturas manchadas y paletas de colores apagadas para generar temor y abyección, y en esta odisea de ciencia ficción de Wrong Organ también se utilizan brillantemente para simbolizar un completo colapso psicológico.
La premisa de Mouthwashing es simple y familiar: cuando una enorme nave espacial se estrella en una parte remota de la galaxia, la pequeña tripulación lentamente enloquece esperando un rescate que nunca llegará. No ayuda la carga que transportan: millones de galones de enjuague bucal de alta graduación, que muy rápidamente es abusado por los desesperados y profundamente defectuosos náufragos.
Con el capitán gravemente herido, juegas principalmente como el segundo al mando Jimmy mientras se hace cargo de los esfuerzos de supervivencia. Pero pronto descubres que todos tienen algo que ocultar, desde la paranoica médica Anya hasta el brusco mecánico Swansea. Todo en la nave recibe un toque siniestro, desde el repugnante equipo de procesamiento de alimentos hasta las enormes pantallas LED que muestran continuamente imágenes de atardeceres románticos y nubes esponjosas.
Lo que suena como un thriller tenso, sin embargo, es en realidad una exploración surrealista de la deterioración social y mental. Los personajes alucinan salvajemente, la narrativa salta de antes del choque a después de él, intercambiando entre ambos en una danza cronológica mareante; la nave misma parece mutar en respuesta a las delirantes paranoias de sus habitantes; la extraña banda sonora de vaporwave zumba y explota en oleadas discordantes. Hay elementos de Event Horizon, Solaris y High Life en la interacción del colapso humano y tecnológico; la forma en que los corredores de la nave se expanden y contraen como pasajes intestinales; la forma en que las psicosis de la tripulación se reflejan en las pantallas rotas y los paneles de control arruinados. Es material sombrío y fascinante.
Hay puzzles que resolver y objetos que recoger y combinar, pero nada funciona como debería y el juego continuamente juega con y cuestiona tus suposiciones. Puede recordar a algunos jugadores al éxito de culto Clickolding en la forma en que plantea preguntas sobre la culpabilidad y la complicidad del jugador, las cosas que quiere que hagas con las únicas armas a bordo, la forma en que te hace mantener abierta la boca del Capitán para darle analgésicos mientras gime y llora, aunque los visuales sean nostálgicos, tu conexión con lo que está sucediendo en esa nave es muy real y muy viva. También hay mensajes serios sobre la culpa, el duelo y el alcoholismo que pueden impactar fuertemente a las personas que han sido afectadas por estas cosas.
Mouthwashing es una experiencia difícil pero absorbente, una obra de horror surrealista que evoca el cine de David Lynch y Dario Argento, pero también extremadamente funcional como juego, o al menos como un estudio de lo que son los juegos y lo que quieren que hagamos. Que títulos como este aún se estén haciendo y tengan distribución global es uno de los pocos puntos brillantes en un año deprimente para la industria de los videojuegos. Reserva tu vuelo lo antes posible, lo lamentarás y no lo lamentarás.
Mouthwashing está disponible ahora, £10.99
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