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Por Alasdair Pal y Kirsty Needham
WELLINGTON (Reuters) – Un terremoto de magnitud 7,4 sacudió la capital de Vanuatu, Port Vila, el martes, causando daños en edificios y automóviles con al menos una persona reportada como fallecida.
La emisora estatal de Vanuatu mostró imágenes de vehículos aplastados en un edificio colapsado en una calle llena de comercios. La emisora informó que una persona quedó atrapada en un edificio derrumbado.
Otras imágenes publicadas en redes sociales mostraron ventanas abolladas y pilares de concreto colapsados en un edificio que albergaba misiones extranjeras en la capital, incluidas las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Nueva Zelanda.
“Nuestra embajada, que se encuentra junto a las de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, ha sufrido daños significativos”, dijo un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda en un comunicado.
Hubo interrupciones en las comunicaciones en todo el país, añadió el comunicado.
La policía informó que al menos una persona había fallecido y que personas heridas habían sido llevadas al hospital, según Dan McGarry, un periodista del Proyecto de Reportaje sobre Crimen Organizado y Corrupción con sede en Vanuatu, en una publicación en X.
“Vi a tres personas gravemente heridas en camillas esperando tratamiento”, dijo.
“Hay daños sustanciales en la ciudad. Tenemos un edificio que se ha derrumbado totalmente”, dijo McGarry en una entrevista con la Corporación Australiana de Radiodifusión.
La carretera que conecta Port Vila con su puerto principal estaba bloqueada por deslizamientos de tierra, agregó.
Reuters no pudo confirmar de inmediato las cifras de víctimas, ya que las autoridades en Vanuatu no estaban disponibles para hacer comentarios.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) dijo que el terremoto se produjo a una profundidad de 10 km (6,2 millas).
El Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos canceló una advertencia de tsunami inicial para Vanuatu.
Las autoridades en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda dijeron que no había amenaza de tsunami para sus territorios.
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