Carter Walsh, descrito como un “joven curioso”, había estado bailando al programa de televisión infantil Cocomelon poco antes del accidente en su hogar en Wigan el 18 de septiembre.
Se dijo en la Corte del Forense de Bolton que el televisor de pantalla plana, que pesaba entre 25 y 30 kg (55-66 lb), estaba apoyado en la chimenea y ninguno estaba instalado en la pared de la sala de estar de la propiedad alquilada en Fisher Close, Bolton.
El niño, que quedó inconsciente y sufrió un paro cardíaco, fue llevado en ambulancia al Royal Albert Edward Infirmary en Wigan.
No pudieron revivirlo y fue declarado muerto esa misma tarde.
‘Era solo un niño feliz’
El detective inspector Stuart Woodhead, de la Policía de Greater Manchester, dijo en la investigación: “Creo que se acercó a la chimenea y potencialmente agarró la repisa”.
“No sufrió, no sabía lo que estaba pasando. Fue un evento instantáneo”.
Concluyendo que la muerte fue un accidente, el forense del área de Greater Manchester West, Peter Sigee, le dijo a su familia: “Les doy mis condolencias y lamento mucho que hayamos tenido que encontrarnos en circunstancias tan trágicas”.
Un pariente estaba cuidando a Carter en el momento del accidente mientras la madre del niño, Samantha Walsh, estaba trabajando, se escuchó en la investigación.
La puerta del salón estaba cerrada mientras el propietario y los trabajadores estaban ocupados en otra parte de la propiedad, y después del incidente ayudaron a levantar los objetos de encima de Carter.
Al dar testimonio el viernes, la abuela de Carter, Helen Mayhew, dijo que la habitación había sido decorada recientemente y se habían colocado nuevas alfombras.
Al preguntarle si el televisor y la chimenea parecían estar seguros en su posición, dijo en la investigación: “El día anterior al accidente, mi esposo y yo estábamos viendo lo que necesitábamos para asegurarlo. Estaban apoyados contra la pared pero no tenían accesorios para sujetarlos.
“El plan era asegurarlo”.
La Sra. Mayhew dijo que la familia no sabía cómo la chimenea había caído repentinamente.
Dijo: “Esa fue una de las preguntas que teníamos. ¿Carter se subió a ella? ¿Carter la tiró? No lo sabemos.
“Era solo un niño feliz”.
‘Un accidente trágico’
El patólogo forense Dr. Jamie Robinson le dijo al forense que Carter había sufrido una lesión grave en el lado derecho de la cabeza que, según dijo, lo habría dejado inconsciente desde el principio.
El Dr. Robinson agregó: “No habría sobrevivido, independientemente de cualquier intervención médica”.
La pediatra Dra. Louise Ellison le dijo al forense que Carter estaba generalmente sano y salvo, y estaba bajo el cuidado de un miembro de la familia “apropiado” en el momento del incidente.
El Sr. Woodhead dijo que no tenía preocupaciones sobre esas disposiciones de cuidado infantil y no había identificado preocupaciones anteriores sobre el cuidado de Carter.
Dijo: “La casa estaba limpia, estaba ordenada. Todo era apropiado”.
Estuvo de acuerdo con el Sr. Sigee en que el diseño y la posición de la chimenea significaban que era vulnerable a “caer hacia adelante si se aplicaba fuerza”.
El Sr. Woodhead dijo: “Era un joven muy curioso y había estado bailando frente al televisor”.
Dijo que no podía estar seguro de lo que exactamente sucedió pero señaló que el programa de Cocomelon es “muy atractivo” y que anteriormente le habían dicho a Carter que se alejara de la chimenea.
Agregó: “Carter era un niño muy feliz y bien cuidado. Este es un accidente trágico”.
Explicando sus hallazgos, el Sr. Sigee dijo: “La muerte de Carter fue causada por una lesión en la cabeza sufrida en un accidente dentro de su hogar ese mismo día cuando un televisor y una chimenea, que el inquilino de la propiedad había instalado pero no asegurado, se le cayeron y lo golpearon”.