“
Por Gram Slattery
WEST PALM BEACH, Florida (Reuters) -El presidente electo Donald Trump amenazó con reafirmar el control de Estados Unidos sobre el Canal de Panamá el domingo, acusando a Panamá de cobrar tarifas excesivas por utilizar el paso centroamericano y recibiendo una fuerte reprimenda del presidente panameño, José Raúl Mulino.
Hablando ante una multitud de seguidores en Arizona, Trump también dijo que no permitiría que el canal cayera en “malas manos”, advirtiendo sobre la posible influencia china en el paso. Después del evento, publicó una imagen en Truth Social de una bandera estadounidense ondeando sobre un cuerpo de agua estrecho, con el comentario: “¡Bienvenidos al Canal de los Estados Unidos!”
“¿Alguien ha oído hablar del Canal de Panamá?” preguntó Trump en AmericaFest, un evento anual organizado por Turning Point, un grupo conservador aliado. “Porque nos están estafando en el Canal de Panamá al igual que nos están estafando en todas partes”.
Los comentarios de Trump fueron un ejemplo excepcionalmente raro de un líder estadounidense diciendo que podría presionar a un país soberano para que entregue territorio. También subrayaron un cambio esperado en la diplomacia estadounidense bajo Trump, que históricamente no ha dudado en amenazar a aliados y usar un lenguaje belicoso al tratar con interlocutores.
“Fue dado a Panamá y al pueblo de Panamá, pero tiene disposiciones”, dijo Trump sobre el canal, que alguna vez fue propiedad de Estados Unidos pero fue entregado a Panamá hace décadas.
“Si los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de donación no se siguen, entonces exigiremos que el Canal de Panamá nos sea devuelto, en su totalidad, rápida y sin cuestionamientos”.
En un mensaje grabado lanzado por el presidente de Panamá, Mulino, el domingo por la tarde, el líder de la nación dijo que la independencia de Panamá era no negociable y que China no tenía influencia sobre la administración del canal. También defendió las tarifas de paso que Panamá cobraba, diciendo que no se establecían “a capricho”.
China no controla ni administra el canal, pero una subsidiaria de CK Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, ha gestionado durante mucho tiempo dos puertos ubicados en las entradas del canal en el Caribe y el Pacífico.
Estados Unidos construyó en gran medida el canal y administró el territorio circundante durante décadas. Pero Estados Unidos y Panamá firmaron un par de acuerdos en 1977 que allanaron el camino para el retorno del canal al control panameño. Estados Unidos entregó el control del paso en 1999 después de un período de administración conjunta.
“Cada metro cuadrado del Canal de Panamá y la zona circundante pertenece a Panamá y seguirá perteneciendo (a Panamá)”, dijo Mulino en su declaración, que fue lanzada en X.
Trump luego respondió a Mulino: “¡Ya veremos!”
La vía fluvial, que permite el paso de hasta 14,000 barcos al año, representa el 2.5% del comercio marítimo mundial y es fundamental para las importaciones de Estados Unidos de automóviles y bienes comerciales en contenedores desde Asia, y para las exportaciones de productos básicos de Estados Unidos, incluido el gas natural licuado.
No está claro cómo Trump buscaría recuperar el control sobre el canal, y no tendría recurso alguno bajo el derecho internacional si decidiera hacer un intento por el paso.
Esto no es la primera vez que Trump ha considerado abiertamente la expansión territorial.
En las últimas semanas, ha insinuado repetidamente la idea de convertir a Canadá en un estado de Estados Unidos, aunque no está claro qué tan serio está en el asunto. Durante su mandato de 2017-2021, Trump expresó interés en comprar Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca. Fue públicamente rechazado por las autoridades danesas antes de que pudieran tener lugar conversaciones.
“