Key details of the Israeli intelligence service’s operation targeting members of Hezbollah with exploding pagers and walkie-talkies in September have been revealed. Our reporting on the first wave of explosions can be found here, and the second wave here. Israel initially denied responsibility for the blasts but was always suspected to be behind them — although the exact method of orchestration remained a mystery.
The new information about the campaign was disclosed by two recently retired senior Mossad agents who spoke with the 60 Minutes news magazine on CBS. Both agents wore masks and used false names during the interview.
It is important to recap how the operations unfolded. The first wave of explosions on September 17 targeted pagers used by Hezbollah. These pagers were triggered simultaneously by a specific message that appeared to be sent by Hezbollah leadership, followed by a slight delay before detonation.
The second wave of explosions on the following day targeted walkie-talkies used by Hezbollah, with thousands of devices used by the militant group being affected.
The complex operation took years to plan, with Mossad agents “Michael” and “Gabriel” playing key roles. The weaponization of walkie-talkies began over a decade before the attacks, with batteries from Israel’s Mossad facility being used to carry explosives in more than 16,000 walkie-talkies.
To get the devices into Hezbollah’s hands, they were sold through shell companies at a low price to avoid suspicion. The walkie-talkies were chosen due to their compatibility with tactical vests worn by militants during operations.
Weaponized pagers were also added to the operation, with Mossad discovering that Hezbollah planned to purchase pagers from a Taiwan-based company. Extensive tests were conducted to calibrate the destructive effect of the explosives, ensuring targeted individuals were injured while minimizing collateral damage.
The finished devices were designed solely as bombs without intelligence collection capabilities. Mossad considered factors such as pager ring tones and explosive charge timers for maximum impact.
Overall, the operation involved creating a fictitious advertising campaign to attract Hezbollah members to the devices, while deterring other customers with high prices. This strategy led to interest from individuals outside of Hezbollah, whom Mossad did not sell the devices to. Foto de Mahmoud ZAYYAT / AFP
Para poner los localizadores en manos de Hezbollah, Mossad primero tuvo que suministrarlos a Gold Apollo, lo cual también hicieron a través de empresas fantasma, incluida una en Hungría. Una asociación de licencia con Gold Apollo permitió a Mossad fabricar los localizadores, mientras que la empresa taiwanesa aún conservaba credibilidad.
“Cuando nos compran, no tienen ni idea de que están comprando al Mossad. Hacemos como en ‘El show de Truman’, todo está controlado por nosotros detrás de escena”, dijo Gabriel a CBS. “En su experiencia, todo es normal. Todo era 100 por ciento kosher”.
Para asegurar que Hezbollah obtuviera los localizadores, Mossad contrató a la vendedora relevante de Gold Apollo, quien no sabía que estaba trabajando con inteligencia israelí. La vendedora ofreció el primer lote de localizadores a Hezbollah de forma gratuita, mientras que las ventas posteriores proporcionaron a los militantes alrededor de 5,000 localizadores para septiembre de 2024.
El momento de las detonaciones de los localizadores fue impulsado, en gran medida, por preocupaciones de que el complot pudiera estar a punto de ser descubierto.
Hubo menos sospechas en torno a los walkie-talkies, que fueron detonados al día siguiente, algunos de ellos explotando mientras eran transportados en funerales de aquellos asesinados por los localizadores.
Soldados del Ejército Libanés vigilan en Beirut el 17 de septiembre de 2024, después de que los dispositivos de localización explotaran simultáneamente en varios bastiones de Hezbollah en Líbano en medio de las tensiones transfronterizas entre Israel y los combatientes de Hezbollah. Foto de Anwar AMRO / AFP
Muy rápidamente, Líbano fue presa del pánico, con residentes, de Hezbollah o de otro tipo, preocupados por qué dispositivos electrónicos explotarían a continuación.
En total, alrededor de 30 personas murieron, incluidos dos niños, en los dos ataques.
Además, 3,000 personas resultaron heridas, lo cual también era parte del plan de Mossad.
Un hombre observa un video, publicado en redes sociales, que muestra a un hombre herido el 17 de septiembre de 2024, después de que los dispositivos de localización de los miembros de Hezbollah explotaran simultáneamente en todo Líbano. Foto de JOSEPH EID / AFP
“Si está simplemente muerto, entonces está muerto”, dijo Gabriel. “Pero si está herido, tienes que llevarlo al hospital, cuidarlo. Necesitas invertir dinero y esfuerzo. Y esas personas sin manos y ojos son prueba viviente, caminando en Líbano, de ‘no te metas con nosotros'”.
Según los ex agentes de Mossad, la operación fue un gran éxito, debilitando la capacidad de combate de Hezbollah, diezmando su liderazgo y comando y control, y allanando el camino para los ataques de la Fuerza Aérea Israelí que golpearon objetivos en todo Líbano en los días siguientes.
Un edificio destruido en el ataque aéreo israelí en los suburbios del sur de Beirut el 27 de septiembre de 2024, que mató al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah. Foto de Ibrahim AMRO / AFP
Antes de finales de septiembre, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, fue asesinado por un ataque aéreo en Beirut y un alto el fuego con el grupo entró en vigor a finales de noviembre. Puedes leer todo sobre esa operación aquí.
Los ex agentes de Mossad que hablaron con CBS claramente se sintieron animados por el éxito de la operación dirigida a los walkie-talkies y localizadores, y por la capacidad de combate disminuida de Hezbollah. Al mismo tiempo, las Fuerzas de Defensa de Israel también estaban erosionando constantemente a Hamas, con una campaña implacable de bombardeos en Gaza. Más recientemente, el colapso del régimen de Assad en Siria ha llevado al Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a hablar de un cambio de orden en la región, con el corazón arrancado de tres de los principales proxies de Irán allí.
Armado con misiles Rampage, un F-16 está preparado para una misión para atacar objetivos hutíes en Yemen. IDF IDF
“Después de Hamas, Hezbollah y el régimen de Assad en Siria, los hutíes son casi el último brazo restante del eje del mal de Irán”, dijo Netanyahu la semana pasada. “Los hutíes están aprendiendo, y aprenderán de la manera más difícil, que aquellos que ataquen a Israel pagarán un precio muy alto por ello”.
En cuanto a la pregunta de qué hará Mossad a continuación, solo podemos adivinar. Pero lo que está claro es que es muy poco probable que se intenten nuevamente los walkie-talkies y localizadores explosivos.
“No podemos usar los localizadores nuevamente porque ya lo hicimos”, dijo Michael a CBS. “Ya hemos pasado a la siguiente cosa. Y tendrán que seguir intentando adivinar cuál será la próxima cosa”.
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