Miles de personas asisten a la cena benéfica de Navidad en Buenos Aires

Unos 3.000 personas sin hogar se sentaron a disfrutar de una cena festiva de caridad navideña el martes en el centro de Buenos Aires, en un momento en que más de la mitad de la población de Argentina se ve afectada por la pobreza, un año después del mandato ultraliberal de Javier Milei.

“Vine porque me siento solo y es triste,” dijo Walter Villagra, un hombre sin hogar de 54 años que sobrevive recolectando latas después de perder su trabajo como electricista hace cuatro años.

Titulado “Ninguna Familia Sin Navidad,” el evento frente al Congreso Nacional se llevó a cabo por octavo año consecutivo, y la asistencia del martes superó las expectativas de los organizadores.

“Decir que es un año especial porque hay cada vez más pobreza es triste, pero es verdad,” dijo Mariana González, portavoz del Movimiento de Trabajadores Excluidos, uno de los organizadores detrás del evento, a AFP. “Cada vez hay más gente durmiendo en la calle y más gente acudiendo a los comedores porque no tienen un plato de comida, es un año muy difícil.”

Se colocaron largas mesas cubiertas con manteles en la calle frente al Congreso y el ambiente era alegre con globos flotantes, música y payasos caminando en zancos.

Los invitados, desde adultos solteros hasta parejas de ancianos y familias con niños, saludaron la llegada de cada uno de los camiones que llevaban comida con gritos y aplausos.

Antes de la cena, alrededor de cien personas pudieron darse una ducha y cortarse el cabello o afeitarse en carpas instaladas alrededor de la plaza.

Según la agencia de estadísticas del gobierno INDEC, en el primer semestre del año la pobreza aumentó 11 puntos y alcanzó el 52,9 por ciento, de los cuales el 18,1 por ciento son personas sin hogar.

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Mientras tanto, la pobreza infantil alcanzó el 66 por ciento, afectando a siete millones de niños menores de 14 años.

“Esta cena muestra que hay mucha solidaridad, pero no es suficiente,” dijo González.

Sentado en una de las mesas, Juan Carlos Benítez, un hombre sin hogar de 59 años, dijo que estaba agradecido por la oportunidad de tener un plato de comida y también “reír un poco y hablar con alguien” esta Navidad.

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