Acuña is grateful for the opportunity to pursue his education and build a new life outside of prison. He understands the gravity of his past actions and is determined to make the most of his second chance.
His journey from a life without parole sentence to a college campus is a testament to the transformative power of education and the importance of second chances. Acuña’s story is just one example of the impact that college programs in prison can have on individuals and society as a whole.
As he looks forward to completing his social ecology degree and embarking on a new chapter in his life, Acuña serves as an inspiration to others who may be facing similar challenges. His resilience, determination, and commitment to growth are qualities that will undoubtedly continue to serve him well in the future.
Acuña’s story is a reminder that it is never too late to pursue education, make positive changes, and strive for a better future. His journey from prison to university is a powerful example of the transformative power of education and the potential for redemption and growth in every individual.
“Education is a way to give them hope, to give them a different path, to show them that they have value beyond what they may have done in the past.”
Acuña hopes to one day start an education program inside prison for those who are serving life without parole, to give them the same opportunities he had to transform his life.
“I want to be able to help people who are in the same situation I was in, who maybe don’t see a way out, who don’t see a future for themselves,” he said. “Education can be that light at the end of the tunnel, that hope that they need to keep going, to keep striving for something better.”
“Pero debido a sentencias “cruel e inusual” como la cadena perpetua, agregó, no tienen la oportunidad de mostrar su rehabilitación.
“Como alguien cumpliendo la sentencia de cadena perpetua, no tienes incentivo para educarte o mantenerte fuera de problemas, sin embargo, lo están haciendo”, dijo Acuña. Esto muestra que no son incorregibles, que pueden ser rehabilitados y merecen que se revisen sus casos, al igual que el suyo.
Hubo un tiempo en el que necesitaba estar en prisión, reconoció, pero “¿necesitaba estar allí indefinidamente? No.”
Acuña actualmente asesora a profesores que enseñan dentro de prisiones y es entrenador de perros de servicio; hubo un momento en el que quería seguir una carrera en medicina veterinaria. No está seguro de qué hará después de completar su grado, pero sabe que seguirá estudiando. Ahora tendrá opciones: Aquellos que estudian en prisión están limitados a las carreras que se les ofrecen, la mayoría de las veces en humanidades.
“Piensas que no hay nada más allá porque no puedes ver más allá de esas manzanas de la ciudad, que hay un mundo entero ahí afuera y tienes todo el derecho a él”, dijo Acuña sobre su vida temprana. “No tienes que ser marginado y desechado, no tienes que ser mano de obra barata. Tienes opciones. Y la clave para eso es la educación.”
Jennifer Molina produjo el video para esta historia.
Periodismo independiente que no encontrarás en ningún otro lugar
Como una sala de redacción sin ánimo de lucro, dependemos de nuestros lectores para apoyar nuestro periodismo educativo independiente y centrado en la equidad. En 2025, planeamos cubrir temas como los estándares de lectura y matemáticas para estudiantes de K-12, cambios en la financiación federal en todos los niveles educativos y la crisis continua de cómo los estudiantes pagan la universidad. ¿Contribuirás para apoyar esta cobertura?