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He has three children with his wife, Jazz Charton, whom he met on a blind date. They have been together for 17 years. âSheâs so cool, sheâs so great, sheâs so funny. And sheâs hot. I just won the wife lottery,â he says, beaming. They live in Brooklyn, New York, where they try to keep their kids out of the spotlight. âWeâre very private,â he insists. âWe donât really take them out to events. We donât let them watch TV. Theyâre not in the business of show.â
He is wary of the pitfalls of fame, having lived through it himself. âItâs never good to get famous when youâre young,â he reflects. âYou donât know who you are, and everyone is telling you who you are, and then you act like that person because you think thatâs who you are. Itâs very confusing.â He credits his parents with keeping him grounded. âMy parents were really good about not letting us think that we were special because we were in movies.â
As our time together comes to an end, Culkin is back on the banquette, relaxed and reflective. He sips his champagne, the last of the afternoon sun casting a warm glow on his face. He leans back, eyes half-closed, lost in thought. Then, suddenly, he snaps back to attention, grinning mischievously. âHey, you know what I just realized?â he says. âIâve been talking to you for an hour and a half and I havenât said anything useful.â
But that couldnât be further from the truth. In his own irreverent, unpredictable way, Kieran Culkin has shared a glimpse into his world â a world filled with family, love, laughter, and the occasional unexpected twist. And that, in itself, is a story worth telling.
” But Culkin doesn’t mind. He understands that people will always make assumptions based on the roles he plays. In fact, he finds it amusing that people often think he’s like his character Benji, when in reality, he’s nothing like him.
Culkin is a unique individual with his own quirks and personality traits. He doesn’t conform to traditional acting methods and prefers to approach his roles instinctively. He doesn’t like to overthink or analyze his craft, preferring to let his talent speak for itself.
Despite his lack of formal education and knowledge of the internet, Culkin has managed to carve out a successful acting career. His unconventional approach to acting and his ability to embody characters with ease have made him a standout talent in the industry.
As Culkin sips his champagne and enjoys his olives, he remains humble and grounded, appreciating the opportunities that have come his way. He may not know how the internet works or what LinkedIn is, but when it comes to acting, Kieran Culkin is a natural talent who continues to impress audiences with his unique performances. “Oops,” he says, “That was probably not the best timing.” But he laughs it off, knowing that his impulsive nature sometimes gets the best of him. Despite his mischievous tendencies, Kieran Culkin is a devoted husband and father, who cherishes his family above all else. And while he may share some similarities with his Succession character Roman Roy, he is quick to point out the differences and strives to be a better person every day. I try to keep it to a minimum. I want to be with them as much as possible. But it’s a balancing act, because I also love my work.” He smiles, looking content and at peace with his choices. “Pues, soy terrible en eso.” Me cuenta una historia sobre él tratando de mantener una cara valiente mientras se despedía de ellos en un aeropuerto una vez, luego rompiendo a llorar tan completamente que alguien intervino para preguntarle a Charton si estaba bien. Por lo tanto, tiene una regla: no más de ocho días lejos. Es por eso que fue difícil venir a Londres estos últimos días, por qué se quedará en Nueva York para su próximo trabajo en Broadway, por qué A Real Pain fue tan difícil. Hay versiones largas y cortas del número de veces que intentó retirarse de la película. Emma Stone, quien la produjo y con quien Culkin solía salir, hizo lo que suena como operaciones psicológicas de grado militar con él. Le dijo que estaba bien que se retirara, lo tranquilizó y calmó, diciendo que entendía completamente que necesitaba un descanso después de filmar Succession. “Ella fue realmente encantadora. Le pregunté si había alguna reprogramación. Ella dice, ‘No, no hay posibilidad de reprogramación, debido al presupuesto. Yo estaba como, ‘Bueno, te ayudaré a encontrar otro actor para interpretar a Benji’. Ella dice, ‘No, no. Si te retiras, todo se cae a pedazos.’ “Yo estaba como, ‘¿Qué?’ “Ella dice, ‘Sí, pero eso no es culpa tuya. No deberías sentir esa presión.’ “Yo dije, ‘¿Están en Polonia?’ “Ella dice, ‘Oh sí, están buscando locaciones. Están preparando, tienen al equipo de vestuario, todos están allí.’ “Yo estaba como, ‘Oh, entonces muchas personas se quedarán sin trabajo si me retiro de esto?’ “Ella dice, ‘Sí. Pero eso no es culpa tuya. Ese es nuestro trabajo. Somos los productores. Tienes que hacer lo que tengas que hacer, y respeto tu elección.’ “Yo estaba como, ‘OK, genial.’ “Colgamos y sentí este peso pesado, como si alguien me hubiera superado. Lo siguiente que hice fue llamar a mi esposa. ‘Ah, mierda, cariño, nos vamos a Polonia.'” Eisenberg dijo que día a día nunca sabía si Culkin aparecería en el set, incluso en Polonia. Dijo que el actor era “una persona mercurial, insondable, impredecible” pero que cuando aparecía, “sería la mejor actuación que jamás había visto … En el set es solo esta herida emocional abierta. Que también puede ser ingenioso.” Culkin dice que incluso los peores días con los niños son los mejores de su vida. La idea de que algún día crecerán lo destroza y se imagina un escenario donde su hija tiene 11 años y le pide que vaya a Atlanta porque tiene trabajo allí, y ella dice, “‘No, no quiero. Estoy en la escuela. Me gustan mis amigos.’ Yo estaré como, ‘Oh mierda, es verdad.’ Algún día los niños crecerán y no querrán estar conmigo.” Por lo tanto, abraza cada onza de caos que traen. Su hijo se marea en el coche, por lo que en cada viaje en Uber tiene que llevar bolsas para el vómito y cambios de ropa, así como bolsas de basura. Me relata llevándolos a una fiesta de niños el otro día, donde malabarismo con la silla de coche y las bolsas de vómito y tratando de hacer que su hija tome la mano de su hijo cuando están caminando, porque a su hijo no le gusta caminar, y luego comienzan a pelear. “Pero honestamente, eso me calma.” Incluso le encanta desempacar para ellos aquí en el hotel, colocando sus ositos de peluche y juguetes, “colocando los pañales, cosas así.” Todas las cosas importantes como Trump, o el clima, o la guerra, o los teléfonos, son demasiado, dice, es abrumador. Encenderá las noticias, “Mirar durante 10 minutos y decir, ‘Oh, estamos jodidos. Entendido.’ Como, esa es la narrativa. Trato de no pensar demasiado en ello. Ya es bastante difícil tener un trabajo, criar a los niños lo más cerca posible, manejar un matrimonio.” Por lo tanto, pone en pausa todas las cosas importantes y se enfoca en las cosas en su entorno inmediato; manteniéndose cuerdo al pasar por la vida “momento a momento”. Por ejemplo, dice, sacando cosas de la secadora y doblandolas, poniéndolas en un montón, y luego trabajando desde el montón hasta que salgan de la secadora de nuevo. “Eso es todo.” ¿Así es como te las arreglas? “Eso y alcohol.” A Real Pain se estrena en los cines del Reino Unido el 8 de enero. Hello! How can I assist you today?