(Reuters) – El fabricante de aviones estadounidense Boeing está en camino de ser el mayor perdedor del 2024 en el , cayendo un 32% mientras saltaba de una crisis a otra.
Su rival Airbus subió más del 11% durante el año, y el índice de referencia ganó más del 23% durante el 2024.
Las acciones de Boeing abrieron el año en $257.50. Sin embargo, una explosión de un panel de la cabina en pleno vuelo el 5 de enero a bordo de un 737 MAX recién entregado operado por Alaska Airlines desencadenó investigaciones y una suspensión temporal del popular avión de pasillo único.
Para finales de mes, la Administración Federal de Aviación de EE. UU., citando preocupaciones de seguridad y calidad, limitó la producción de 737 a 38 aviones al mes y el precio de las acciones de la compañía rondaba los $211.
La FAA no ha levantado el límite. A pesar de ello, Boeing ha tenido dificultades para producir cerca de su máximo permitido de aviones 737 al mes debido a problemas en la cadena de suministro, problemas de calidad y una huelga de siete semanas que cerró temporalmente la mayor parte de su producción de aeronaves comerciales, incluido el programa 737.
Boeing también continuó registrando pérdidas masivas en sus programas comerciales, militares y espaciales a lo largo del año. En julio, la compañía anunció un acuerdo de $4.7 mil millones para comprar al proveedor deficitario Spirit AeroSystems, que fabrica fuselajes de 737. Spirit también ha tenido problemas de calidad en la producción.
En agosto, el veterano de la industria aeroespacial Kelly Ortberg se unió a Boeing como CEO, reemplazando a Dave Calhoun.
El período de luna de miel de Ortberg terminó a principios de septiembre, cuando unos 33,000 trabajadores de producción se declararon en huelga por una disputa contractual que se prolongó hasta noviembre, cuando las acciones de la compañía cayeron a su punto más bajo de $137.07. Durante la huelga, Ortberg anunció planes para reducir la fuerza laboral de Boeing en un 10% y que la compañía esperaba seguir quemando efectivo en 2025.
La promesa de reducir los costos laborales y el reinicio de la producción de 737 a principios de diciembre ayudaron a que las acciones de Boeing se recuperaran parcialmente a alrededor de $177 el martes.