Las universidades deberán presentar al gobierno federal nuevos datos sobre sus programas de educación a distancia bajo un conjunto de nuevas reglas que la administración Biden finalizó el lunes.
Las reglas, que entrarán en vigor el 1 de julio de 2026, probablemente serán el último paquete de nuevas regulaciones para colegios y universidades antes de que Trump asuma el cargo el 20 de enero.
Las nuevas regulaciones llevan a cabo el plan de Biden de aumentar la supervisión federal de los programas en línea, pero la versión final no llega tan lejos como el presidente inicialmente pretendía. Después de recibir una gran oposición por parte de los grupos de presión de la educación en línea, el Departamento de Educación cedió, retrocediendo en un plan para no permitir opciones asíncronas para cursos por hora reloj o requerir a las universidades que tomen asistencia en clases en línea.
El paquete aún incluye reglas que requieren que las universidades informen más datos sobre la inscripción en clases de educación a distancia, que incluyen las ofrecidas en línea o por correspondencia. Las instituciones de educación superior no tendrán que comenzar a enviar los datos hasta el 1 de julio de 2027.
“El aprendizaje en línea puede llegar a más estudiantes y a veces a un costo menor para los estudiantes, pero lo que sabemos sobre los resultados de la educación en línea en comparación con la instrucción tradicional en persona es lamentablemente insuficiente”, dijo el Subsecretario James Kvaal en el comunicado. “El nuevo informe en esta regla final ayudará al departamento y al público a evaluar mejor los resultados de los estudiantes en los programas en línea y ayudar a los estudiantes a tomar decisiones informadas.”
La regla final también incluyó cambios técnicos en los programas federales de preparación universitaria conocidos como TRIO. Pero el departamento decidió no avanzar con un plan para abrir la elegibilidad de algunos programas TRIO a estudiantes indocumentados, un objetivo muy buscado por algunos directores y defensores de TRIO, así como asociaciones de educación superior.
Una de las partes más controvertidas de la regla para colegios y universidades fue si Biden decidiría poner fin a cualquier opción asíncrona para estudiantes en programas por hora reloj en línea, que suelen ser programas de formación laboral a corto plazo que conducen a un certificado.
Una regla de la era Trump permitió que las actividades de aprendizaje asíncronas, como ver un video grabado previamente, contaran para el número requerido de créditos en programas por hora reloj de corto plazo. Pero el departamento dijo en su propuesta que debido a la naturaleza práctica de muchos programas por hora reloj, el cambio a menudo resulta en una “educación deficiente” que “pone en riesgo a los estudiantes y a los contribuyentes”.
Cientos de profesores y grupos de educación superior estuvieron en desacuerdo. Algunos, especialmente aquellos que representan a programas con fines de lucro, argumentaron en comentarios públicos que la propuesta excedía la autoridad del departamento y sobrecargaría a las instituciones. Otros dijeron que las nuevas reglas reflejaban una mentalidad anticuada sobre la modalidad universitaria, argumentando que no permitir opciones asíncronas podría limitar el acceso para estudiantes que se benefician de la flexibilidad que proporciona la educación en línea.
Aunque el departamento decidió no poner fin a los programas de educación a distancia asíncronos, la agencia tiene la intención de vigilar de cerca los cursos.
“El departamento refinó estas reglas finales basándose en extensos comentarios públicos sobre un aviso de regla propuesta publicado durante el verano”, dijeron funcionarios del departamento en un comunicado de prensa. “Sin embargo, recordamos a las instituciones que las horas reloj asíncronas no pueden usarse para la tarea y que debe haber una verificación sólida de interacción regular y sustantiva con un instructor.”
Aunque la decisión de no expandir la elegibilidad de TRIO tiene menos implicaciones para las universidades, el movimiento es un golpe para los directores de TRIO y los defensores de la equidad migratoria que han estado trabajando durante años para abrir el programa.
Miriam Feldblum, directora ejecutiva de la Alianza de Presidentes sobre Educación Superior e Inmigración, dijo a Inside Higher Ed que cerca de 100,000 estudiantes indocumentados se gradúan de la escuela secundaria cada año, muchos de los cuales podrían beneficiarse de los servicios de TRIO.
Pero los republicanos se opusieron a la idea. Seis miembros republicanos del Congreso, incluida Virginia Foxx, una residente de Carolina del Norte y ex presidenta del comité de educación de la Cámara, criticaron el concepto en una carta al Secretario Miguel Cardona en agosto.
“La expansión propuesta es un intento flagrante de proporcionar servicios adicionales financiados por los contribuyentes a aquellos que no buscan la ciudadanía en nombre de reducir la ‘carga’. La expansión propuesta por el departamento estirará los recursos y pondrá en riesgo a los que actualmente son elegibles para TRIO”, escribieron.
Algunos administradores universitarios y directores de TRIO en estados rojos están preocupados por las posibles repercusiones políticas que la nueva regulación de Biden podría causar en sus programas.
“El luchador en mí piensa que este es un momento difícil para ir a la batalla y tener un error no forzado o un objetivo en nuestras espaldas y en TRIO, dada la naturaleza conflictiva de la política migratoria en este momento”, dijo Geoffrey Garner, director de un programa TRIO de Oregón, en una reunión del comité asesor de enero de 2024. “Simplemente pensamos que este no es el mejor momento para esta propuesta, por mucho que me duela decirlo en voz alta.”
Ese comité asesor terminó respaldando los cambios para expandir algunos programas TRIO a estudiantes indocumentados.
Los funcionarios del Departamento de Educación dijeron que su decisión no se debió a tensiones políticas. Más bien, dijeron que la propuesta “era demasiado estrecha… en el alcance de las poblaciones adicionales a ser atendidas”.
Bajo la regla propuesta por el departamento, los estudiantes de secundaria que no sean ciudadanos o residentes permanentes podrían calificar para Upward Bound, Talent Search y Educational Opportunity Centers, pero no para Student Support Services o el Programa McNair Scholars.
“Una expansión de la elegibilidad de los estudiantes bajo solo ciertos programas TRIO crearía confusión, ya que muchos beneficiarios administran subvenciones bajo más de un programa TRIO”, escribieron los funcionarios en la regla final. “La elegibilidad para solo ciertos programas TRIO aumentaría la carga administrativa al requerir que los beneficiarios nieguen la participación de no ciudadanos en situaciones similares bajo ciertos programas TRIO, pero no en otros.”