“Nunca pensé que daría a luz viviendo en una tienda de campaña, en condiciones tan frías y heladas, con agua goteando sobre nosotros. El agua se filtraba en la tienda, cayendo sobre nosotros. A veces teníamos que correr para escapar del agua, por el bien del bebé,” dice Nariman.
Aún así, Sila nació sin complicaciones.
“Su salud era buena, gracias a Dios. De repente, empezó a verse afectada por el frío,” dice Nariman. “Me di cuenta de que estaba estornudando y parecía enfermarse por el frío, pero nunca esperé que muriera por eso.”
Sila fue ingresada el miércoles pasado en el hospital Nasser en Khan Younis, donde el Dr. Ahmad al-Farra, director de su departamento de pediatría, dijo que había sufrido de “hipotermia severa, lo que llevó a la cesación de signos vitales, paro cardíaco y finalmente la muerte”.
“[El día anterior], también se trajeron dos casos: uno era un bebé de tres días y el otro tenía menos de un mes. Ambos casos involucraron hipotermia severa, resultando en la muerte,” dice el Dr. Farra.
Los bebés tienen un mecanismo subdesarrollado para mantener su propia temperatura corporal y pueden desarrollar fácilmente hipotermia en un ambiente frío. Los bebés prematuros son especialmente vulnerables, y el Dr. Farra dice que los médicos de Gaza han observado un aumento en el número de nacimientos prematuros durante la guerra.
Las madres también están sufriendo de desnutrición, lo que les impide amamantar a sus bebés de manera suficiente. También hay escasez de fórmula infantil debido a que las entregas de ayuda humanitaria están restringidas, según el Dr. Farra.