Pero tan pronto como se pone su uniforme escolar y se sube al campo con una pelota de goma en la mano, la chica tímida se transforma en alguien intrépida, fuerte y enfocada. Una vez que tengo la pelota en la mano, todo lo que puedo pensar es en sacar al bateador”, dice ella. Su compañera de clase Asha, que a menudo está al otro lado con un bate en la mano, describe el lanzamiento de Sushila como “difícil”. “Su bola gira inesperadamente y luego golpea repentinamente los bates”, dice ella. En casa, la madre de Sushila, Shantibai, está orgullosa de lo que ha logrado su hija. Ella dice que mientras muchos están ansiosos por conocerla, no todos han sido solidarios. Algunos han cuestionado a los padres por permitir que su hija juegue al cricket en lugar de hacer tareas domésticas. Tales opiniones son comunes en partes de la India rural, donde se espera que las niñas se queden en casa y se les desalienta a seguir deportes o actividades fuera de los roles de género tradicionales. “No les digo nada, ni escucho lo que están diciendo”, dice Shantibai. “Nunca la detendré de jugar al cricket”. Todos en la escuela de Sushila juegan al cricket y el crédito es para su maestro, Ishwarlal Meena. “Comencé a alentar a los estudiantes a jugar cricket cuando me uní en 2017”, dice. “Se necesita una actividad divertida para mantenerlos comprometidos en la escuela, de lo contrario, se quedarán en casa”. El Sr. Meena dice que inicialmente él y otros maestros formaban equipos y hacían que los estudiantes jugaran con ellos. Pronto todos querían unirse. Aunque ha asumido el papel de entrenador, el Sr. Meena no tiene entrenamiento formal en cricket. Mira videos de YouTube para aprender y enseñar nuevas técnicas a los estudiantes. Una vez que tuvo suficientes estudiantes, el Sr. Meena creó una cuenta en redes sociales para mostrar su talento en el cricket. Lentamente, la gente comenzó a reaccionar a sus videos, algunos incluso dieron consejos sobre la forma y las técnicas.
