However, depending on where you live, you may have to pay state and local taxes on the interest earned from municipal bonds.
Munis are considered lower-risk investments because state and local governments back them, but they are still subject to interest rate risk.
If you decide to sell your municipal bond before it matures, you may have to sell it at a discount or a premium depending on changes in interest rates.
Before investing in municipal bonds, consider your tax situation and investment goals to determine if they’re the right fit for your portfolio.
Bottom line
When it comes to safe investments, there are plenty of options to choose from. Each type of investment offers different benefits and risks, so it’s essential to weigh your options carefully before making a decision.
Consider your financial goals, time horizon, and risk tolerance when deciding where to park your cash. And remember, while these investments are considered safer than others, there are still risks involved, so do your due diligence before investing.
Speak with a financial advisor to help you create a diversified portfolio that aligns with your financial goals and risk tolerance. And remember, there’s no one-size-fits-all approach to investing–what works for one person may not work for another.
Dependiendo de si vives en el estado donde se emiten, los bonos municipales pueden estar exentos de impuestos estatales y locales. Debido a sus beneficios fiscales, los bonos municipales suelen ofrecer tasas de interés más bajas que otros tipos de bonos, como los bonos corporativos.
Uno de los inconvenientes de invertir en bonos municipales es que están sujetos al riesgo de liquidez, que es cuando es difícil vender o negociar un valor. Puede ser complicado vender bonos municipales porque el mercado para venderlos suele ser pequeño, por lo que no son una gran opción de inversión si necesitas acceso a tu dinero rápidamente.
Al igual que todos los bonos, los bonos municipales también están sujetos al riesgo de tasa de interés.
Bonos corporativos
Las empresas emiten bonos corporativos para recaudar capital. Al igual que otros bonos, los inversores reciben pagos de intereses regulares y el principal una vez que el bono madura.
Estos bonos son más arriesgados que los emitidos por el gobierno federal porque es poco probable que el gobierno de EE. UU. incumpla. Algunas agencias, como Moody’s, son responsables de calificar los bonos en función de su nivel de riesgo, con bonos más arriesgados que ofrecen rendimientos más altos.
Dado que los bonos corporativos se califican en función de la capacidad de pago de una empresa, están sujetos al riesgo de incumplimiento, que es el riesgo de que una empresa no pague sus intereses o principal.
Los bonos corporativos están sujetos al riesgo de liquidez y de tasa de interés, al igual que otros valores de renta fija. Su precio puede fluctuar con los cambios en la tasa de interés y pueden ser difíciles de negociar y vender.
Fondos del mercado monetario
Los fondos del mercado monetario son fondos mutuos de bajo riesgo invertidos en activos seguros a corto plazo como valores del Tesoro, CDs y bonos municipales. Dado que estos fondos están invertidos en activos a corto plazo, tienden a seguir las tasas de interés a corto plazo, fluctuando con los cambios en la tasa de referencia de la Reserva Federal.
A diferencia de las cuentas del mercado monetario, los fondos del mercado monetario no están asegurados por la FDIC, aunque se consideran relativamente seguros y es poco probable que pierdas dinero invirtiendo en ellos.
Puedes invertir en un fondo del mercado monetario a través de una cuenta de corretaje y tu dinero será fácilmente accesible, lo que lo convierte en un lugar sólido para guardar dinero para un pago inicial o un fondo de emergencia.
Acciones con dividendos
Si inviertes en acciones con dividendos, estás obteniendo una parte de capital en una empresa y ganancias en forma de dividendos. Los dividendos son las ganancias que las empresas pagan a los accionistas trimestral, semestral o anualmente.
Generalmente, las empresas más consolidadas, conocidas como empresas de valor, pagan dividendos porque no necesitan reinvertir su dinero para crecer, según Scott Sturgeon, CFP y fundador de Oread Wealth Partners.
“Como incentivo para los accionistas, [las empresas de valor] emiten dividendos, o pagos periódicos al accionista. Estos son similares a los pagos de intereses en un bono”, dice Sturgeon. “Debido a que estas empresas han estado en el mercado durante mucho tiempo o tienen reconocimiento de marca, podrían considerarse un poco más conservadoras.”
Sin embargo, a diferencia de los pagos de intereses que recibes al comprar un valor del Tesoro, los dividendos no están garantizados. Durante la crisis financiera, las empresas pueden reducir o eliminar por completo sus pagos de dividendos.
En lugar de invertir en acciones de dividendos de empresas individuales, es posible que desees minimizar el riesgo invirtiendo en fondos cotizados en bolsa (ETF) o fondos mutuos que pagan dividendos. De esta manera, estás distribuyendo tu riesgo al invertir en muchas empresas simultáneamente.
En cuanto al pago de impuestos, los dividendos se gravan a tu tasa impositiva ordinaria o a la tasa de ganancias de capital.
La conclusión
Algunos equivalentes de efectivo, como las cuentas del mercado monetario, y los valores de renta fija están ofreciendo rendimientos excepcionales debido a los aumentos de la tasa de la Fed. Si bien estas inversiones pueden proporcionar rendimientos generosos, esos rendimientos pueden variar con los cambios en la tasa de referencia de la Fed, lo que hace que muchas de estas inversiones sean susceptibles al riesgo de reinversión.
“Estamos tratando de que [los clientes] no solo estén sentados en efectivo en este momento. Sabemos que es atractivo, pero cuando lo piensas desde un punto de vista a largo plazo, les estamos animando a pensar en alternativas para que no dependan tanto de lo que haga o deje de hacer la Fed en los próximos años”, dice Martin.
Los valores de renta fija y el efectivo pueden ayudar a minimizar la volatilidad y preservar el capital en tu cartera de inversiones, pero depositar todo tu dinero en ellos podría socavar tus metas financieras a largo plazo. En lugar de perseguir altos rendimientos, deberías centrarte en crear una cartera compuesta por acciones, bonos y efectivo que se alinee con tus necesidades de liquidez, tolerancia al riesgo y horizonte de inversión.