Los cambios han sido bienvenidos por algunos sirios. Pero la movida ha encendido las alarmas entre los activistas de la sociedad civil resurgente, muchos de los cuales han regresado a Siria por primera vez en muchos años. Temen que sea una señal de que sus voces – y las de los grupos y comunidades en todo el país – no serán escuchadas mientras el país se desarrolla bajo su nuevo liderazgo. Ya ha habido llamados a protestas antes del inicio del nuevo período escolar el domingo. Los activistas quieren dejar claro su oposición a cualquier cambio en el sistema educativo – u otra institución estatal – sin la participación de todas las secciones de la sociedad siria. Las nuevas autoridades han hecho mucho de que van a llevar a cabo una Conferencia de Diálogo Nacional. Los funcionarios han estado manteniendo reuniones con muchas comunidades diferentes – desde cristianos hasta kurdos, artistas e intelectuales. El mensaje ha sido que quieren crear una nueva Siria con la participación de todas las secciones de la sociedad para que todos tengan un interés en el futuro del país. Pero los activistas creen que los cambios unilaterales en el plan de estudios escolar socavan tales promesas y quieren tomar una posición desde el principio por los valores de libertad e inclusión que la destitución de Bashar al-Assad ha hecho posible ahora.