Entre las otras víctimas del ataque en las primeras horas de la mañana del 1 de enero se encontraba Matthew Tenedorio, un técnico audiovisual en el Superdome de Caesars en Nueva Orleans.
Tenedorio, quien acababa de cumplir 25 años en octubre, había pasado la primera parte de la noche en la casa de su hermano en la ciudad de Slidell, a unos 35 minutos de Nueva Orleans.
Con él estaban su padre y madre, quienes recientemente se recuperaron del cáncer.
Su prima, Christina Bounds, le dijo a la BBC que su familia “rogó” que no fuera a Nueva Orleans, temiendo la gran multitud y los peligros potenciales.
A pesar de sus súplicas, él fue, junto con dos amigos. Cuando se dio la noticia, su madre finalmente pudo contactar a uno de ellos.
“Dijeron que estaban caminando por Bourbon y vieron caer un cuerpo,” dijo, señalando que ahora creen que fue un cuerpo lanzado al aire por el camión del atacante.
En medio de gritos y disparos, Tenedorio fue separado de sus amigos.
Su familia dice que fue disparado, y creen que fue asesinado durante el intercambio de disparos entre el atacante y los policías en Bourbon Street.
La BBC no puede verificar de forma independiente esta afirmación.
Según la Sra. Bounds, la tragedia de la familia se ha visto agravada por la lenta y casi inexistente comunicación que han tenido con las autoridades locales.
“No pudimos obtener ninguna información cuando mi tía [la madre de Tenedorio, Cathy] llegó al hospital,” dijo. “No ha habido información de médicos, hospitales o policías. Nadie.”
“No tienen ninguna información, y eso es lo que está molestando a todos. Ni siquiera sabemos qué pasó,” agregó Bounds. “¿Lo llevaron los servicios de emergencia? ¿Estaba en una ambulancia? ¿Murió instantáneamente?”
Estas respuestas, añadió, “ayudarían a que la gente acepte” lo sucedido.
“Pero ahora es como un shock total,” agregó. “No está registrando.”
La familia ha iniciado una página de GoFundMe para reunir fondos para los gastos fúnebres de Tenedorio, lo que la Sra. Bounds dijo que ha sido dificultado por las significativas facturas médicas de su madre durante su diagnóstico de cáncer.
Otro primo de Tenedorio, Zach Colgan, lo recuerda como un “payaso” que era rápido para hacer un chiste, se preocupaba profundamente por los animales y era un ávido narrador de historias.
“Le importaba. Definitivamente era una persona sociable. Un chico alegre,” le dijo al la BBC. “Es triste que un ataque terrorista se lo llevara… ninguna familia debería tener que enterrar a su hijo, especialmente por algo tan sin sentido.”
El Sr. Colgan, quien tiene experiencia trabajando con las fuerzas del orden en Luisiana, dice que cree que los agentes han hecho lo mejor que pueden en una situación de víctimas extremadamente caótica.
“Sé que es caótico. Pero parte del cierre es obtener respuestas. Sé que mi tía y tío no pudieron obtener mucho más que ‘sí – Matthew fue asesinado’,” dijo.
“Sería agradable saber un poco más,” agregó Colgan. “”Si fuera mi hijo, querría saber.”
Incluso mientras su familia continúa en busca de respuestas, el Sr. Colgan dice que espera que el enfoque del gobierno y del público siga estando en las víctimas, en lugar de en la respuesta de las fuerzas del orden o en qué más se podría haber hecho para prevenir el ataque.
“Quiero que cada uno de ellos sea recordado,” dijo. “No merecían esto. Nadie merece esto.”